Arrancó el Clausura 2025 y, ¿año nuevo, vida nueva? Pero por supuesto que no. Si algo sabe cualquier mexicano medianamente futbolero es que lo rocambolesco jamás se le quitará a nuestro amado balompié.
Pasan los años, pasan los jugadores y hasta pasan los clubes (cosa rara y casi exclusiva de nuestro rinconcito del mundo), pero las peculiaridades siguen y, le pese a quien le pese, seguirán.
El América, por ejemplo, inició su camino rumbo al tetracampeonato jugando con los chavos de la Sub-23 y la Sub-19, aderezados con Rodolfo Cota, Néstor Araujo y Erick Sánchez. Fue en condición de visitante y, aún así, ganaron.
Sí, los niños del América vencieron al Querétaro y el marcador se quedó corto.
Explíquele usted a un español que debutó el tricampeón en la Liga, pero que en realidad no jugaron. Todo legalito, a pesar de la indignación de varios (otra cosa que jamás cambiará).
Si eso le parece poco, no olvide que esta semana ya habrá actividad de la Selección Azteca. Pero tranquilos, no se me despeinen, porque el torneo no se va a detener, ya que no es Fecha FIFA. Serán puros elementos de la Liga MX los que jugarán contra el Internacional de Porto Alegre y el River Plate.
Pero Luis Ángel Malagón no fue tomado en cuenta (anda en pretemporada, entienda usted), mientras que Luis Romo y Jesús Orozco Chiquete fueron dados de baja de la lista por sus recientes traspasos; es decir, que a año y medio del Mundial, el lema en Selecciones parece seguir siendo: “Viva la pepa”.
El retiro de Andrés Guardado más bien fueron unas merecidas vacaciones. El mediocampista anunció el fin de su carrera en noviembre y el domingo, el León anunció su regreso.
Andrés, ni siquiera se perdió la Fecha 1 del campeonato, porque —en otro clásico de nuestro certamen— la jornada inaugural no se jugó completa, porque el Pachuca-León se pospuso para febrero por la participación de los Tuzos en la Copa Intercontinental (la final contra el Real Madrid se jugó el 18 de diciembre, pero en fin).
Tres detallitos que pintan de cuerpo entero lo que es nuestro futbol.
Tres simples ejemplos que, para nosotros tenochcas 100% inoculados contra la sorpresa, son la cosa más normal del mundo.
Tres rayas más al tigre, a ese que juraron cambiar para evitar otro ridículo mundialista. Pero, en fin, otra cosa que jamás cambiará en nuestro país es que prometer no empobrece.
Adendum. Knut no está contento con que su Azul juegue en Ciudad Universitaria, pero aún así me aseguró que ahí Martín Anselmi llevará a la gloria a La Máquina. ¿Será o eso tampoco cambiará?
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