América del Norte integra un diverso y vasto mosaico de ecosistemas interconectados: desde la Selva Lacandona, pasando por las Montañas Rocosas, hasta el Bosque Boreal. Entre México, Estados Unidos y Canadá, se estima que albergamos más de 250 mil áreas terrestres y marinas protegidas. Pero esta riqueza natural enfrenta hoy desafíos ambientales que no reconocen fronteras políticas: sequías prolongadas, aumento de temperaturas y sobreexplotación de recursos son realidades visibles que afectan severamente a nuestras comunidades, economías y ecosistemas.
Frente a desafíos compartidos, la cooperación trilateral no una opción; es una necesidad. Construir una agenda ambiental regional robusta, sustentada en el conocimiento científico y técnico, y ancestral de nuestros pueblos, es tarea urgente.
Desde hace más de tres décadas, los tres países integramos la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA), institución intergubernamental que se estableció con la entrada en vigor del Acuerdo de Cooperación Ambiental de América del Norte (ACAAN) —paralelo al entonces TLCAN—, renovado hace cinco años con la renegociación del tratado de libre comercio trilateral.
A partir de 1994, la CCA ha sido una plataforma sólida de colaboración entre los tres países y ha demostrado que, el diálogo y la colaboración pueden traducirse en acciones concretas y soluciones conjuntas.
Uno de los elementos distintivos de la CCA es su arquitectura participativa. Integra las recomendaciones del Comité Consultivo Público Conjunto, conformado por nueve ciudadanos —tres por país—, así como de un Grupo de Especialistas en Conocimiento Ecológico Tradicional, que reconoce y valora las prácticas ambientales de los pueblos indígenas y comunidades locales.
Después de tres años, México fue nuevamente la sede de la Sesión del Consejo de la CCA celebrada los días el 24 y 25 de julio en la Ciudad de México. En representación de la presidenta Sheinbaum, recibí a mi homólogo de Estados Unidos, Lee Zeldin, con quien firmamos un Memorando de Entendimiento para atender la situación sanitaria y ambiental del río Tijuana que lleva décadas afectando la región fronteriza Tijuana San Diego; y también al viceministro adjunto para Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá, Michael Bonser.
Pero lo más valioso fue dialogar y escuchar a la ciudadanía, las juventudes y, especialmente, a los pueblos indígenas. Reunidos bajo el lema de la CCA “Tres países, un medio ambiente”, esta 32ª sesión nos permitió hacer una pausa para reflexionar sobre los logros alcanzados, revisar compromisos y renovar el impulso político de esta alianza trinacional.
Durante la Presidencia pro tempore de México, impulsamos el enfoque de “Economía Circular y Soluciones basadas en la Naturaleza”, con el crucial objetivo de atraer experiencias exitosas e impulsar alternativas innovadoras a la gestión de los recursos naturales en la región, asegurando que los beneficios de este cambio de modelo beneficien a nuestra gente.
También firmamos una Declaración Ministerial con compromisos concretos que incluye la promoción de estrategias de conservación y reciclaje en la región; la revisión del Acuerdo de Cooperación Ambiental; y la elaboración de un Plan Estratégico 2026-2030, entre otros.
El mensaje es claro: solo con trabajo conjunto y visión compartida podremos garantizar un porvenir más justo, resiliente y sostenible para América del Norte. Nuestra región cuenta con el conocimiento, la capacidad técnica y un marco institucional robusto, como lo demuestra la CCA, para convertirse en un referente global de la cooperación ambiental.
Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales