¡Lo que hace el amor! La Constitución política establece de manera incontestable el carácter individual de la Presidencia de la República (“se deposita el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo de la Unión en un solo individuo que se denominará Presidente de los Estados Unidos Mexicanos”), sin embargo, durante su gobierno, Vicente Fox (El Alto Vacío le llamaba Muñoz Ledo) instituyó “la pareja presidencial” y, en efecto, la señora Marta cogobernó el país.

Como evidencia de su amor filial, José López Portillo compartía información y decisiones fundamentales (como la expropiación bancaria o el “dedazo”) con “el orgullo de su nepotismo”, su hijo José Ramón.

En otra señal de amor, en Guerrero gobierna Félix Salgado Macedonio, rudo político sobre el que pesan acusaciones de violación, abuso sexual y otros delitos, pero lo hace a través de su hija, Evelyn, la misma que recientemente le organizó un homenaje al cacique Rubén Figueroa quien confesaba cínico: “en Guerrero no hay desaparecidos, solo pinches muertos”.

En Nicaragua gobierna la pareja presidencial que forman Daniel Ortega y Rosario Murillo, una fórmula siniestra que ha instaurado un régimen oscuro y represor; mientras que en Honduras, algunos años después del periodo interrumpido abruptamente del presidente Manuel Zelaya (2009), llegó a la Presidencia su esposa Xiomara Castro de Zelaya. Hoy su marido —vaya ridículo—, es “Primer caballero de la República de Honduras”.

En dos entidades federativas fueron presentadas reformas —una aprobada y otra en curso—que se proponen mantener en el poder a la misma pareja que hoy las gobierna. El 14 de diciembre el pleno del Congreso de San Luis Potosí aprobó diversas disposiciones de la Constitución del estado y de la ley electoral en materia de paridad de género. El artículo segundo transitorio dispone que para el proceso electoral de 2027 los partidos políticos “únicamente podrán registrar candidaturas de mujeres para la titularidad de la gubernatura del estado”.

Mientras tanto en Nuevo León el congreso local analiza una iniciativa presentada por el Partido Movimiento Ciudadano que propone reformas similares a la Constitución y a la legislación electoral. Tanto en el caso de San Luis Potosí, como en el de Nuevo León, las reformas tienen dedicatoria: la senadora Ruth González Silva, esposa del gobernador potosino, y Mariana Rodríguez Cantú, esposa de Samuel García.

Más allá de la protección (cuidarles las espaldas) que significa heredarle el poder a sus parejas, de lo que se trata, en el caso del gobernador Ricardo Gallardo Cardona y el PVEM, es de medirle el agua a los camotes, ya lograron posponer hasta 2030 la iniciativa de la presidenta contra el nepotismo (lo que nunca habría ocurrido con el presidente López Obrador) y ahora quieren mostrar quién manda en San Luis Potosí.

Hoy, con el disfraz de la igualdad de género, esos personajes de farándula quieren imponer en sus estados un cacicazgo familiar. Ante la debilidad de la doctora Sheinbaum le están creciendo los enanos.

Presidente de Grupo Consultor Interdisciplinario. @alfonsozarate

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