No se trató de un montaje al mejor estilo de Producciones García Luna: la presentación en el hangar de la Policía Federal de personajes que aparecían en la lista de objetivos prioritarios, como ocurrió con un burlón Edgar Valdez Villarreal, La Barbie. El show incluía la exhibición, en un primer plano, del armamento incautado. No se replicó porque habría parecido una mala copia del Súper Policía hoy en desgracia, sin embargo, el comunicado oficial parecía confirmar un golpe de timón: “no más abrazos, ahora sí vamos en serio”.
Trabajos de inteligencia habrían precedido al despliegue de 1,500 elementos de la Guardia Nacional, el Ejército, la Marina y la policía estatal, que en un operativo simultáneo detuvieron a siete peligrosísimos servidores públicos de cinco municipios mexiquenses; no le restó mérito al operativo el hecho de que de las 14 órdenes de aprehensión, solo cumplimentaran 7, una eficacia del 50 por ciento.
Dotado de extraordinarias atribuciones constitucionales y legales confeccionadas a su medida, Omar García Harfuch se estrenó con un operativo lucidor pero fofo. Por lo que se conoce hasta ahora, con excepción de la alcaldesa de Amanalco, María Elena Martínez Robles —con supuestos nexos con el cartel de La Familia Michoacana y presunta autora intelectual del homicidio del síndico Miguel Ángel Lara y de su chofer—, la mayoría de las acusaciones resultan enclenques, incluso ridículas: por secuestrar por 10 o 15 minutos a algunas comerciantes de postres y despojarlas de 3,260 pesos; por haber solicitado a una vendedora ambulante un pago semanal de 10% de sus ventas; por haber extorsionado a una persona que circulaba en un auto sin placas… ¿En verdad se movilizaron 1,500 elementos (en promedio 214 para cada detenido) para la detención de siete servidores públicos con acusaciones tan graves como la de exigir una “mordida” para dejar ir a quien circulaba sin placas?
En 2023, según apunta Danielle Dithurbide, conductora del noticiero Despierta de Televisa, el Estado de México tuvo el primer lugar en denuncias por extorsión. En el mismo reportaje un exmando de la Fiscalía revela el horror: ¡la extorsión se opera desde dentro de la institución!
Hartos de las extorsiones de policías y personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, empresarios de Ecatepec, Tlalnepantla y Valle de Chalco denuncian que les exigen dinero a cambio de no abrirles investigaciones falsas y que les fabrican cateos que se convierten en robos de mercancía y en el hurto de lo guardado en bóvedas de millones de pesos. Pero los detenidos en la Operación Enjambre nada tienen que ver con esos hechos.
Más allá de este operativo, lo que sí amerita análisis son los “enfrentamientos” que se han dado en días recientes entre fuerzas públicas y delincuentes: en octubre pasado, una “batalla militar” a 11 km. de Culiacán dejó 19 presuntos sicarios abatidos y ninguna baja militar. Los soldados aseguraron ametralladoras, armas largas y cortas y hasta un fusil Barret. Muy extraño, ¿no creen?
@alfonsozarate
