Al director de Contraataque (México, 2025) -Chava Cartas- solo le toman dos minutos con treinta y un minutos para demostrar que es posible hacer cine de acción emocionante y bien filmado en México.

La sorpresa es mayor cuando uno revisa los créditos del cineasta. ¿Quién en su sano juicio habría esperado que el director de cosas como Treintona Soltera y Fantástica (2016), Mirreyes vs Godinez (2019) y Sobreviviendo mis XV (2023), fuera capaz de dirigir una película de acción, en México, sobre la lucha entre el Ejército y el narco, y además hacerlo con gran ritmo, grandes escenas de balazos, personajes memorables, momentos de lagrimita, y sin que esto se convierta en un panfleto o una película patriotera?

Pues es exactamente lo que sucedió. Contraataque (disponible en Netflix pero que francamente debió llegar a salas) es una emocionante pieza de acción situada en un México que desgraciadamente no es el país en el que vivimos, sino uno de ficción.

Y es que aquí conoceremos a un equipo de élite del Ejército Mexicano que está bien entrenado, está motivado, que lucha con honor, que es incorruptible, pero que por sobre todo está consciente que su labor primordial es proteger a los civiles inocentes frente al horror que despliegan diariamente los narcotraficantes y criminales en este país.

El guión a cargo de José Rubén Escalante (apenas el cuarto en su historia) no se anda con profundidades innecesarias ni introducciones aburridas: nos vamos directo a los balazos. Un grupo de cinco amigos, de diversas edades, va en un auto por la carretera. Entre bromas y planes sobre dónde ir a comer, inesperadamente una camioneta los embiste y con tremendos cuernos de chivo empiezan a disparar.

Lo que los agresores no saben -pero están a punto de descubrir- es que esos cinco hombres no son tipos cualquiera: son elementos del Ejército Mexicano, de un equipo elite super bien preparado que rápidamente repele la agresión y mata a los peligrosos narcos. Se trata de una escena emocionante, bien filmada, y mejor editada (montaje a cargo de Sam Baixauli y Carlos Silva Vallejo) que de inmediato suspende cualquier duda o prejuicio que podríamos tener frente a esta cinta.

Lo que seguirá es el más típico “buenos contra malos” que pueda haber en una cinta de este género. El siempre atento, formal, valiente y decidido capitán Guerrero (Luis Alberti, cuyo rango no deja de sorprenderme), en un día franco y echándose unas cervecitas, atestigua como unos maleantes quieren “levantar” a dos mujeres. Sin pensarlo un solo minuto, haciendo alarde de inteligencia y valentía, el hombre no sólo se escabecha a unos cuantos malandros, sino que además somete y encarcela al jefe del comando.

Las mujeres rescatadas le dicen al capitán Guerrero que encontraron una fosa con diez cadáveres que luego se sabrá que eran valientes soldados del ejército mexicano. Ello implica una respuesta, pero esto no es una película de venganza, más bien es una película de sobrevivencia, y es que, gracias a la información obtenida por un corrupto secretario de estado, los narcos emboscan a nuestros héroes, quienes tendrán que aguantar, reagruparse y contraatacar a los maleantes.

Queda claro que, al menos en esta cinta, aquello del “Abrazos, no balazos” no existe: los soldados mexicanos actúan con honor, pero cuando la palabra no sirve, no dudan en jalar el gatillo contra los criminales. Y pobre de quien se le ponga enfrente a los hombres del capitán Guerrero, porque todos están entrenados, son correosos y tienen la mejor puntería.

Con una increíble duración de 84 minutos -en un filme que no le sobra ni le falta nada- Chava Cartas entrega no solo la mejor cinta de su carrera sino seguramente una de las mejores películas de acción del año. Con reminiscencias a filmes de acción ochentero tipo B, y al videohome mexicano, Contraataque es también una cinta de ficción que nos provoca nostalgia.

Y es que todos sabemos que el ejército mexicano está lejos de la integridad, el compromiso y el honor de el capitán Guerrero, del heroísmo y la puntería del “Pollo” (Luis Curiel), de la valentía y experiencia del veterano “Tanque” (Leonardo Alonso, siempre extraordinario), de la inteligencia y capacidad de “Combo” (el doctor del grupo, interpretado por David Calderón León), el estoicismo de Toro (Guillermo Nava).

Lejos estamos pues, de este ejército que lo da todo, que es incorruptible, que no es gatillo fácil, que está entrenado y motivado, que sabe que son la última frontera antes de que los criminales se apoderen de nuestra paz y de nuestra vida.

La película exige una secuela, una precuela, y ya encarrerados, hasta unas figuras de acción. Yo las compraría.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.
Google News

TEMAS RELACIONADOS