El conflicto en Medio Oriente entre Palestina e Israel ha entrado en una nueva guerra desde el sábado 7 de octubre. El ataque terrorista de Hamás en territorio judío cambió completamente el escenario. La violencia en contra de civiles inocentes asesinados de forma cruel es inaceptable. Acciones que se tienen que condenar, actos de terror que muestran la falta de humanidad a la que se puede llegar, el extremismo en donde no se respeta nada y la respuesta de Israel que bombardea Gaza de forma indiscriminada, corta luz, agua, electricidad y combustible y exige el desplazamiento de un millón de personas.
Es centenaria la historia de este conflicto: desde finales del siglo XIX, todo el siglo XX y lo que llevamos del actual. Las dos guerras mundiales modificaron a esa región, la Gran Guerra desapareció el imperio otomano que dominaba la zona y el holocausto generó los arreglos para la creación del Estado Israelí en Palestina en 1948. Desde entonces no ha habido paz en esa parte del mundo. Guerras, invasiones, acuerdos y negociaciones para una paz que se aleja como nunca porque ganan los extremistas y pierden los moderados.
Eduard W. Said lo planteó en su libro, La cuestión palestina (Debate, 2013), “Dos décadas después del Septiembre Negro (1970), los principales rasgos de la vida palestina continúan siendo la desposesión, el exilio, la dispersión, la privación de derechos (bajo la ocupación militar israelí)”. Ahora la situación internacional, que ya estaba tensionada y descompuesta por la guerra de Rusia contra Ucrania, probablemente entrará a otra fase con este conflicto entre Israel y Gaza, que puede extenderse muy pronto a la región. Lo que algunos analistas han llamado las consecuencias de un mundo multipolar que implica un orden mucho más caótico que el de la bipolaridad (David Leonhardt, The New York Times, 9/10/2023).
La guerra plantea muchos interrogantes. Con imágenes, fotos y videos de lo que ha sido el conflicto, resulta desgarrador para las dos partes. La entrada de Hamás a comunidades en Israel muestra el horror de una matanza, actos despiadados en contra de civiles inocentes, asesinatos a sangre fría; en las horas y días siguientes hemos visto la destrucción de las bombas en Gaza, el bloqueo y los rostros de niños heridos y de rescatistas sacando de los escombros a cuerpos enterrados. Los horrores de la guerra. Han muerto 2808 palestinos, de los cuales 1030 son niños; también han muerto 1400 israelíes, de los cuales 291 son soldados y se calcula que hay unos 199 rehenes (Al Jazeera, 16/10/2023). La franja de Gaza es una cárcel a cielo abierto que es reducida a escombros.
La guerra de los extremistas, Hamás y Netanyahu, ha llenado la agenda noticiosa internacional. En los dos lados del conflicto se han posicionado los más radicales, los extremistas del grupo de Hamás y lo que se considera el gobierno más ultraderechista de Israel. Yuval Noah Harari ha escrito que la coalición que encabeza Netanyahu es “una alianza de fanáticos mesiánicos y oportunistas”. En esas posiciones se encuentran parte de las causas. En un reporte de la cadena Al Jazeera se mencionan diversos ejes para explicar por qué ahora, 50 años después de la guerra del Yom Kipur, hay otra guerra: la política de extrema derecha que apunta al impulso de los colonos de Israel que de forma violenta ocupan tierras y despojan y matan a palestinos en sus territorios; los acuerdos de normalización de relaciones entre Israel y varios países árabes; la intensificación de las relaciones entre Irán y Hamás.
El escritor israelí David Grossman señala que “lo que ocurre en este momento materializa el precio que Israel paga por haberse dejado seducir, durante años, por una dirección corrupta, que lo ha precipitado por una pendiente peligrosa, que ha desmembrado las instituciones del derecho y la justicia, los sistema militares y educativos; que se ha mostrado dispuesta a poner en peligro su existencia para evitar que el primer ministro acabe en la cárcel (…) Una apuesta: después de la guerra, Israel estará mucho más a la derecha, agresivo, y también racista” (El País, 13/10/2023).
La guerra de los extremistas, una crisis humanitaria y más radicalización…