En estos días se han acumulado varios hechos en el escenario político-electoral. Como en un circo de tres pistas: a) se ha visto que la legalidad de las normas electorales ha crujido frente a las acciones de los partidos y los actores políticos; b) hay un cambio del escenario político que actualiza la disputa por el poder con un árbitro que se mueve entre la tibieza y la simulación; c) también se ha dado una embestida desde Palacio Nacional en contra de Xóchitl Gálvez, que se ha replicado por el bloque morenista.
La legalidad del proceso que vive el país en materia político-electoral está en cuestión. Cuando se adelantan los procesos de precampaña, la regulación de la vida política salta por los aires. Al mismo tiempo, se diversifican las tesis para entender qué pasa: unos sostienen que las normas se han violentado y que se ha generado un daño con efectos que no son reparables porque ya hay inequidad en la contienda. Otros señalan que de ahora en adelante se aplicarán normas más estrictas y que la regulación empezará de cero. Luego hay algunas tesis preocupantes como que ‘la norma se tiene que adecuar a la realidad’, lo cual destruye el sentido jurídico de que las reglas ordenan la realidad. Eso significa que, por ejemplo, si no quiero respetar un alto, entonces la regla se tiene que acomodar a mi deseo y la regulación dependerá de mi voluntad. Es completamente absurdo.
La autoridad electoral se ha visto comprometida frente a la tensión entre realidad y legalidad. El INE ha pasado por un cambio importante a partir de la incorporación de los nuevos consejeros; ya se notan las inclinaciones de lo que parece ser un bloque morenista (Taddei, Bell, de la Cruz y Ventura), que han votado en el Consejo Genral o en la Comisión de Quejas y Denuncias con criterios favorables al morenismo. La semana pasada vimos al Tribunal Electoral votar para que las precampañas sigan adelante, porque el proyecto que presentó la magistrada Otálora, que postulaba detener esa dinámica por ser un fraude a la ley, perdió, por eso los partidos podrán seguir sus precampañas. Ahora se hará una serie de parches y compensaciones para vigilar los recursos y el uso de medios de esas precampañas adelantadas. Es lamentable que las reglas que se aprobaron hace unos años para garantizar la equidad en la contienda, como una demanda de los que ahora gobiernan, hoy sean desconocidas para ganar posiciones.
La relación entre AMLO y Xóchitl Gálvez lleva varias semanas de enfrentamiento. AMLO se ha dedicado a atacar a una aspirante que se ha vuelto una amenaza al escenario de que Morena era invencible en el 2024. Así, como el antilopezobradorismo trataba a AMLO con desprecio y lo nombraba como el señor López (cuando era oposición), ahora desde la mañanera a Xóchitl le dicen la señora X. Este enfrentamiento ya acumula varios capítulos: entre el 12 de junio, cuando Xóchitl pidió derecho de réplica, y el 17 de julio, cuando el INE notificó medidas cautelares, AMLO ha hablado de Xóchitl unas 58 veces; ha sido mencionada en 15 de las 26 mañaneras un promedio de cuatro veces por conferencia (Luis Estrada, SPIN, EL UNIVERSAL, 24/07/2023). Algunos dicen que esta campaña negativa la ha beneficiado, otros consideran que la embestida la afectará. Lo cierto es que la aparición de la señora X ha cambiado el escenario y la ola rosa que alimentó las marchas de noviembre de 2022 y febrero de este año, ha encontrado a una figura que puede ser competitiva en las elecciones del próximo año.
Cuando se revisan las iniciativas de reforma electoral que propuso AMLO, plan A y plan B, se encuentra que se quería tener una normatividad más permisiva, como un marco para que Morena pudiera hacer su precampaña adelantada con libertad. Pero resulta que nos quedamos con las mismas leyes y hoy la dinámica de una sucesión adelantada lastima de forma irremediable las condiciones de la competencia y las reglas vigentes.
AMLO seguirá como el director de orquesta de esta sucesión adelantada. Veremos cómo evoluciona el desprecio a la legalidad y a la oposición que puede ser competitiva. En estos días que vienen se podrá observar qué pasa con estas tres pistas de un juego contradictorio y lleno de incertidumbre…
