El sandinismo había derrocado a Somoza y la ciudad era una fiesta llena de sueños en abril de 1983, cuando viajé a Managua, Nicaragua, para cubrir el Segundo Festival de la Nueva Canción Latinoamericana. Allá, le pedí una entrevista a Pete Seeger y el legendario compositor tomó su banjo, me invitó a tomar asiento frente a él y comenzó a cantar: Where have all the flowers gone… Inmediatamente después me dijo algo sobre la música, cuya vigencia, a 42 años de distancia, es asombrosa: “En cada lugar del mundo estamos diciendo qué es lo que queremos ser, si un futuro de bombas y generales persiguiendo a la gente; o un futuro de gente que discute las cosas y baila y canta, sin intentar anular a los disidentes”.

Pete Seeger no imaginaba entonces que aquella Nicaragua que representaba una esperanza para Latinoamérica y el mundo, terminaría en una dictadura con el mismísimo Daniel Ortega a la cabeza. Tampoco sospechaba que un actor de cine (Edward Norton) lo interpretaría en una hermosa película sobre Bob Dylan (con Thimotée Chalamet, en Un completo desconocido, 2025) o que la reportera mexicana que lo abordó se conmovería tanto en la sala de cine al escuchar This land is your land… de su entrañable amigo Woody Guthrie.

Seeger (1919-214) me contó de sus luchas, de su admiración por la vida de los indios americanos, de sus recorridos cantando gratis para escuelas, iglesias, hospitales, trabajadores en huelga… y de la historia de la música folk en Estados Unidos. Para mi feliz sorpresa, luego de cada respuesta, cantaba fragmentos de sus propias canciones: If I had a hammer… I´ve been working on the railroad… Turn Turn, Turn… Decía que le interesaba la canción sobre gente ordinaria porque “todos tienen algo qué decir, así es que la canción folk, por pequeña y simple que sea, puede contener serias verdades sociológicas. Ese es el arte verdadero, que nunca es obvio, a veces es ambiguo, en el que el humor puede hablarte de verdaderas tragedias”.

Tanto Guthrie como Seeger abogaron siempre contra el fascismo, por los desprotegidos, por la paz y por los inmigrantes. Han sido inspiración para compositores y cantantes como Johnny Cash, Dylan, Joan Báez o Bruce Springsteen. Woody escribió This land is your land como respuesta al himno nacionalista God bless America. Y Pete compuso We shall overcome que Martin Luther King hizo suya en su movimiento contra el racismo. Me dijo el cantautor: “Fue la gente afroamericana la que inventó este tipo de música, sólo que una de las habilidades de mi país ha sido la de absorber las buenas ideas de otras culturas para apropiárselas. Gran parte de la cultura estadunidense viene de África y los gringos ni siquiera lo saben; hay quienes son racistas y bailan ritmos africanos sin saberlo, quienes son antisemitas y usan parte de la lengua inglesa que viene de los judíos. De cualquier forma, la lengua inglesa está formada de muchas lenguas, entre ellas la alemana, la francesa y la escandinava”.

Tenía la esperanza: “Que, dentro de los próximos 100, 50 o 20 años, alrededor del mundo, la gente sea capaz de deshacerse de los dictadores y los millonarios; eso no significa que terminarán los problemas, pero es un camino. Espero que en cada país de África, Asia y América nos demos cuenta de que tenemos un mundo además de nuestros propios hogares. Y también espero que, en mi casa, que es Estados Unidos, nos deshagamos de millonarios y dictadores, porque nosotros tenemos un dictador que es el dinero, y ejerce su poder en grados mucho mayores a los imaginados”.

Estos días casi escucho su voz: …When will they ever learn? When will they ever learn...?

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