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Cuautitlán Izcalli, Méx.— A vuelta de rueda, 100 tráileres de la Unión de Transportistas de Carga y Turismo (UTCT), A.C., circularon sobre la carretera México-Querétaro y provocaron un caos vehicular en la zona, en protesta para pedir el cese a las extorsiones y exigir más seguridad a las autoridades del gobierno del Estado de México y del federal.
La protesta inició a las 9:00 horas a la altura de Tepotzotlán y avanzó por los carriles centrales, donde los operadores manifestaron los peligros que enfrentan en esta autopista y en otras vías como el Circuito Exterior Mexiquense y el Arco Norte.
Rodar a 14 kilómetros por hora causó filas kilométricas de vehículos que iban a la Ciudad de México.
“Estamos realizando esta caravana por la inseguridad que se vive en las carreteras, por los asesinatos. Le pedimos al Presidente que ponga a alguien a cuidar las autopistas porque la Guardia Nacional brilla por su ausencia”, dijo María Guadalupe Yáñez, presidenta de la UTCT.
Uno de los casos más recientes de inseguridad ocurrió el pasado 18 de enero, cuando un transportista murió al recibir impactos de bala sobre la México-Querétaro, en el municipio de Tlalnepantla, señaló Octaviano González, coordinador nacional de la UTCT, quien dijo que la caravana de protesta hizo un alto en dicho punto para realizar un homenaje simbólico a su compañero muerto.
“Ya es parejo en todos lados. No hay lugar en específico y por eso nos estamos manifestando, para que el gobierno nos haga caso. Es en la México-Querétaro, en la México-Puebla, en todas. Realmente donde te pares está igual”, declaró otro operador.
Además, los inconformes explicaron que ahora se enfrentan a delincuentes que usan tecnología como inhibidores de señal para evitar que accionen los botones de pánico o que puedan pedir auxilio vía telefónica impidiendo la señal del geolocalizador satelital; también a secuestros exprés y extorsiones a los dueños de las empresas para exigir dinero a cambio de que los liberen.
Fernando González participó en la manifestación y contó a EL UNIVERSAL que lleva 25 años como chofer de transporte de carga, lapso en el que refiere que lo han despojado de mercancías en seis ocasiones. Otras irregularidades, dijo, se encuentran en la expedición de licencias, pues llegan a cobrarles 15 mil pesos para una vigencia de dos años y 8 mil pesos por exámenes médicos que acrediten su buen estado de salud para obtenerla.
Además, acusaron que los servicios de grúas no respetan los tabuladores establecidos por las autoridades y exigieron una regulación real que les permita dejar de pagar arrastres de entre 25 mil y 30 mil pesos. Señalaron colusión entre policías municipales y operadores.
A Raúl Ramírez policías de Tlalnepantla lo remitieron con grúa por estar mal estacionado cerca del centro comercial Mundo E y para un tramo de aproximadamente cuatro kilómetros al corralón le pidieron 25 mil pesos, a pesar de que la unidad arrancaba y podía moverla.
De igual manera, los choferes dijeron conocer compañeros de otros puntos del país que han optado por atropellar a los delincuentes para salvar su vida, ya que en esos casos ven disminuidas sus posibilidades de regresar a casa, aunado a que en las fiscalías al denunciar sienten más intención de no atenderlos o les cuestionan el porqué no llegan heridos. “La única forma en la que te creen es cuando estás muerto”, señalaron.
Por la manifestación, ciudadanos se quedaron esperando el transporte público hasta tres horas. Algunos se vieron obligados a cruzar a los carriles centrales para intentar abordar alguno de los camiones que circulaban llenos ante la alta demanda.
El convoy de protesta siguió su trayectoria sobre la avenida Jesús Reyes Heroles, en la zona de Jardines del Recuerdo, donde los camiones de carga se estacionaron mientras sus representantes se dirigieron a la Secretaría de Gobernación para entablar una mesa de diálogo.