A sus 43 años, Leticia Velázquez, ama de casa y dueña de un puesto de birria en la colonia Santiago Acahualtepec, en Iztapalapa, representa la historia de millones de mujeres que durante la pandemia tuvieron que seguir trabajando, hacer frente a los gastos familiares y que, como muchas, terminaron contagiándose en el día de su doble labor.
“Lo más fuerte que viví en la pandemia fue mi contagio a finales de 2020. Lo grave que estuve por más de 15 días con oxígeno y medicamento, sumado al costo porque no teníamos ingresos porque no abríamos nuestro puesto de comida y mi esposo se quedó sin empleo”, platica
Con secuelas graves por su contagio y con tratamiento en las vías respiratorias, además de la diabetes que se le detectó junto con el virus, recuerda la pesadilla que inició en los primeros días de marzo de 2020.
“Salió muy caro todo porque me llevaron con un médico particular. Eran dos tanques pequeños de oxígeno al día y costaba unos mil pesos el relleno de cada uno y eso fue por más de 15 días, sumado a los medicamentos, inyecciones anticoagulantes”, indica mientras atiende a sus clientes.