Por décadas, en México se han utilizado , ponis y burros como animales de carga. Pasan hasta 12 horas trabajando bajo los rayos del Sol en condiciones precarias; otros son usados para entretener o para carruseles, expuestos a ruido y música; además de ir de feria en feria. Por ello, activistas han levantado la voz, rescatado y creado un santuario para animales de granja.

“Hay que dejar de normalizar la hacia los animales. Entre más personas seamos alzando la voz, las autoridades tienen que responder. Todos podemos ser héroes para los animales, hay que mejorar el mundo todos juntos. Creemos que somos más los buenos, creemos que podemos hacer un cambio, pero necesitamos que toda la sociedad esté pendiente, viendo cómo ayudar”, dice la activista Elizabeth Soto.

En entrevista con , la directora de Seres Libres A.C. manifiesta la importancia de cuidar y respetar a los animales de cualquier especie, pues desde pequeña comenzó a rescatarlos y desde hace cinco años el santuario recibe a mulas, vacas, borregos, caballos, entre otras especies.

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En días pasados, junto a Renata Valencia, también directora del lugar, rescataron a cuatro ponis en una feria de Los Reyes La Paz, Estado de México.

“El rescate de los ponis de carrusel es algo que nos hace sentir muy orgullosas, aunque es una tradición en México, en todos lados existen estos famosos carruseles de ponis. Son animales explotados por muchísimas horas, no descansan y al igual que los caballos carretoneros, tienen lesiones en sus patas”, explica la rescatista.

Indica que tras una denuncia en redes sociales pudieron localizar la feria ubicada en un municipio donde han realizado varios rescates, y agrega que la liberación fue en conjunto con autoridades municipales.

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Serán libres de todo tipo de explotación y maltrato en un santuario lleno de vida y con más de 200 animales, dice la activista.

“Eli y yo compartimos esa misma visión de crear un mundo mejor, un México mejor para los animales, sobre todo para animales no convencionales. ¿Por qué? Porque no tienen el mismo apoyo o visibilidad que los perros y los gatos. Si bien también tenemos refugio para perritos y gatitos, queríamos ampliar esta oportunidad a animales más grandes, de granja, o animales que son explotados como herramientas de trabajo, como pueden ser los caballos y burros”, expresa Renata Valencia.

Seres Libres se constituyó legalmente en abril de 2020, aunque ambas rescataban desde temprana edad, por lo que materializar el santuario es un sueño hecho realidad para ellas. De esta manera, han rescatado y sanado a miles de animales; juntas administran la organización, ven los casos y los denuncian.

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“Es muy importante denunciar si queremos este cambio en nuestro país para que disminuya la violencia y el maltrato. Sin denuncia no hay consecuencia, no se marca un ejemplo ante la sociedad de que eso no se debe hacer. Y si se hace, pues va a tener un castigo. Todos nuestros casos o en su mayoría van acompañados de la denuncia pertinente y queda en manos de las autoridades hacer justicia”, agrega.

Desde el año pasado, las activistas se han trasladado a entidades como Querétaro, Michoacán, Tamaulipas, Chiapas, Hidalgo y Estado de México para rescatar principalmente a caballos y burros, animales que no son tan visibles. El santuario de cuatro hectáreas, ubicado en El Ajusco, alberga a seres de todas las edades, de hecho, el caballo más longevo tiene 26 años.

“Los nombres se ponen en familia, todos tienen un significado, todos tienen un porqué. Y los pensamos mucho porque buscamos nombres especiales que les den esa nueva identidad que se merecen. Tenemos a Chispita, que es una poni también de carrusel, tenemos a Mustang en referencia a que por fin consiguió su libertad. Tenemos a Alegría, Pegaso, Campanita, Lluvia, Cielo. Tratamos de poner nombres como muy bonitos y cariñosos”, dice Renata mientras sonríe.

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A lo largo de los años las rescatistas han presenciado casos desgarradores en contra de caballos; por ejemplo, a una carretonera le pisaban la cabeza, tenía heridas en todo su lomo, estaba en los huesos e incluso se cayó con la carreta. El maltrato la hizo ser desconfiada, pero poco a poco y con el amor del equipo de Seres Libres, ahora se deja acariciar por todas las personas.

“Sol fue brutalmente golpeada porque durante su jornada de trabajo se desplomó por agotamiento y desnutrición. Y el dueño, el maltratador, por coraje de que ya no podía seguir trabajando, empezó a patearla en el suelo, en su cara y en su cuerpo. Y la verdad es que la yegua quedó muy mal. Era en un municipio muy peligroso, en Chalco, y aún así nos animamos a ir por ella. Se pusieron muy violentos, estuvo muy complicado el rescate”, recuerda Renata sobre este caso.

Con el lomo completamente abierto por el peso de la carreta y después de casi seis meses hospitalizada y un año de rehabilitación, salió adelante. Casos como el de Solecita han impactado en redes sociales, donde comparten las denuncias, piden ayuda a usuarios para generar presión y levantar la voz.

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“Hay casos virales, las redes sociales actualmente pueden funcionar para ayudar a dar un mensaje positivo a la sociedad y dentro de eso es lo que Seres Libres intenta realizar. Cuando nosotros mostramos la realidad, toda esta violencia que a lo mejor no se ve, pero existe, la gente va tomando un poco de conciencia y considerando en qué tipo de acciones no participar o no fomentar para evitar que sigan los animales explotados y maltratados”, concuerda Elizabeth.

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