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La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reiteró que México no es un tercer país seguro y señaló que, “por razones humanitarias y sin firmar absolutamente nada”, se decidió aceptar en México a personas deportadas de otra nacionalidad, particularmente las que vienen por la frontera norte, con la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos.
En su conferencia mañanera de este martes 29 de abril en Palacio Nacional, Sheinbaum Pardo aseguró que “ya cada vez llegan menos personas de otras nacionalidades” porque el gobierno estadounidense tiene acuerdo prácticamente con todos los países, además que su gobierno es humanitario.
“Ya la mayoría de los que están llegando a México son mexicanas y mexicanos, porque el Gobierno de Estados Unidos, a través del Departamento de Estado y de CBP tiene acuerdos para que lleguen directamente a sus países”, destacó.
“Aquí se les puede ofrecer algunas opciones y si no, de manera voluntaria, si quieren regresar a sus países se les acompaña; ya sea, la mayoría con aviones directamente de los países que vienen, o en algún caso se puede utilizar un avión de la Fuerza Aérea Mexicana, pero ya la mayoría que llegan son mexicanos”, dijo la Presidenta.
Indicó que desde que Trump entró a la Presidencia estadounidense en enero pasado, 38 mil 757 personas han sido retornadas; 33 mil 311 son mexicanas y 5 mil 446 son extranjeras.
“Nosotros somos un gobierno humanitario”, dijo sobre el recibimiento de personas extranjeras. Precisó que a las personas que deciden quedarse en México se busca si es un tema de asilo u otros esquemas.
mahc/apr