Calvillo, Ags.— En el Cerro Alto perdura una cruz de mezquite desde hace un siglo, su tono natural contrasta con la monumental cruz blanca de 37.5 metros de altura (desde la base en el sótano) en el complejo turístico, donde hay una capilla en honor a Santa Elena de la Cruz, ante quien acuden hombres y mujeres que depositan en ella la esperanza para poder solucionar sus problemas y encontrar el amor.
La Santa Cruz en el cerrito, símbolo de protección para los albañiles y personas dedicadas a la construcción, adjudicada por ellos el 3 de mayo, es venerada por madres que claman por el retorno de sus hijos migrantes o desaparecidos, así como por jóvenes que llegan y en listones de colores plasman sus peticiones.
El barandal de la escalera en forma de caracol por la que se desciende desde la explanada del mirador, está forrado de cintas multicolores que representan una súplica o agradecimiento.

“Los listones son peticiones que le hacen a Santa Elena de la Cruz que es la patrona de la capilla, se le pide para encontrar cosas perdidas, por un problema que no tenga solución o para encontrar el amor verdadero; los listones están benditos y se regalan a los turistas”, comentó Diego Serna Rodríguez, auxiliar administrativo de la Secretaría de Turismo en el complejo.
La historia cuenta que Santa Elena buscó y encontró la Santa Cruz de Cristo en Jerusalén. Dentro del complejo del cerrito está su capilla, con un altar al centro; tiene capacidad para 80 personas. En este espacio sólo se ofician misas los domingos, en fechas especiales y para bodas, a cargo del párroco del templo del Señor del Salitre.
En los últimos meses, dos parejas devotas contrajeron matrimonio ante la imagen de Santa Elena, en agradecimiento por ayudarlas a encontrar al ser amado.
“Se dieron el sí y contaron su historia entre la comunidad religiosa que acude los domingos y la dejaron patente en los tubulares del barandal”, comentó Beatriz Martínez Guerra, guía de turistas.
Hasta la explanada del Cerrito de la Cruz llegan decenas de visitantes de la entidad y otras regiones del país, incluso de otros países. Admiran la diversidad de cuadros de Santa Elena y en ocasiones bromean diciendo: “¿Cómo estás? … Como Santa Elena, cada día más buena…”.
La gente aprecia la Cruz de acero, forrada de aluminio plastificado, que es uno de los monumentos religiosos más elevados del país, con 37.5 metros de altura y 12 metros de ancho, que supera en tamaño al Cristo Roto de San José de Gracia, Aguascalientes, y al Cristo Rey del Cubilete, de Silao, Guanajuato.
Vista desde la explanada circular, la escultura, con iluminación inteligente que prende al descender el sol, mide 33 metros y simboliza en lo vertical la edad de Cristo y en lo horizontal (12 metros) los 12 discípulos que lo acompañaron.
En la parte baja está la cruz de mezquite restaurada en 1950, sobre una base de cemento, expuesta a la intemperie a través de un amplio tragaluz; además, hay una cruz más chica, de madera, forrada de cientos de “milagros”.
“Que duremos muchos años más”
Christian y Lucía llegaron al complejo turístico, religioso y cultural con las manos entrelazadas y en compañía de otra pareja de novios, para que con la bendición de Santa Elena se prolonguen los buenos sentimientos entre ellos. “Venimos a pedir que duremos muchos años”, compartió Lucía con la mirada fija en Christian.
El joven de unos 22 años, originario de la ciudad de Aguascalientes, dijo que visitar la gigantesca cruz bendita da tranquilidad, es un buen lugar para la reunión de las parejas y para disfrutar la vista panorámica, pues con unos “miralejos” instalados en la explanada se observan las serranías, la zona de las cascadas, así como las calles y capillas del pueblo mágico de Calvillo.
El complejo fue abierto al público en septiembre de 2021, pero a la fecha sigue en proceso la integración de diversos atractivos.
También se instalan los cuadros con las imágenes que darán vida al Museo Cristero, en el que en un recorrido se conoce la historia de la Guerra Cristera de 1926 de la que el municipio de Calvillo fue parte.