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Personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) rescató entre la Isla Espíritu Santo y Faro de San Rafaelito, en Baja California Sur, a dos lobos marinos heridos por mallas de pesca que se enredaron en sus cuellos.
Como respuesta a la denuncia de prestadores de servicios turísticos, el personal de la dependencia activó la Red de Varamiento de Mamíferos Marinos para atender a los ejemplares con apoyo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y las organizaciones Megafauna Marina y Pesquerías (MMAPE), Marine Wildlife Rescue Center y Cabo Dolphin, con quienes acudieron a las inmediaciones de las loberas.
En la Isla Espíritu Santo se encontraron tres ejemplares que tenían marcas en el cuello ya cicatrizadas y sin rastros de redes.
Mientras que en el Faro de San Rafaelito se hallaron dos lobos marinos que tenían redes atoradas en el cuello, por lo que procedieron a quitárselas. Ambos regresaron a su ecosistema.
Desde 2017, grupos por la conservación del medio ambiente solicitan que se protejan todos los arrecifes rocosos costeros del Parque Nacional Espíritu Santo pues únicamente el 1.4% total del área está bajo vigilancia federal y, por ello, aún se permite la pesca deportiva y la pesca submarina que deja redes, trampas y basura que pone en peligro la ecología de los arrecifes y la vida de su fauna.
Según el organismo Espíritu Santo Te Necesita, las redes de pesca abandonadas por quienes la practican han puesto en peligro a decenas de ballenas jorobadas y lobos marinos que resultaron heridos o murieron tras enmallarse.
La ONG informó que los reportes de enmalle se hacen casi todo el año, en su mayoría por prestadores de servicios turísticos o pescadores ribereños, pero incrementan en temporadas altas de turismo y de pesca deportiva o por barcos.
Las lesiones van desde ahorcamiento, heridas graves, amputación y muerte.
jf
