A medida que se acerca el inicio del ciclo escolar, miles de familias mexicanas enfrentan el reto de surtir las interminables listas de útiles escolares.
En los hogares con más de un estudiante, la carga se multiplica, lo que obliga a los papás y a las mamás a planificar con anticipación, buscar precios más accesibles, rescatar materiales de ciclos académicos anteriores y, en muchos casos, recurrir al ahorro acumulado durante el año.
“Son ocho niños, entre hijos y sobrinos”, dice José Antonio, quien desde hace ocho años acude al mismo lugar en busca de economizar gastos. Asegura que “por niño, entre libretas y mochilas, te llevas unos 3 mil 500 pesos, más o menos”.
Lee también El sándwich, un lujo en este regreso a clases

Calcula que, en comparación con otras zonas, los precios que encuentra en la calle Mesones, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, son hasta 60% más bajos.
Originario de Tepotzotlán, José Antonio comenta que “en el Estado de México las libretas están en 80 pesos, y aquí en 25 pesos”.
Dice que comienzan a ahorrar desde meses antes “de poquito en poquito (…) y ya cuando se viene el golpe que nos dan con las listas, es cuando sacamos los ahorros”.
Lee también Inflación anual desacelera en julio, llega a 3.51%; liga dos meses a la baja

En otros casos, el gasto asciende a más. “Como 5 mil, yo creo, es que les piden muchas cosas”, se queja Karina —madre de dos menores— mientras enumera una lista con más de 20 productos para surtir.
Pero más allá del costo, está el descuido. Y es que padres y madres coinciden en que muchos útiles no sobreviven más de unas pocas semanas.
“No, a ellos les vale. Son muy destructores”, dice José Antonio, y aclara, “por eso estamos acá, para comprar de lo bueno, barato”. Mientras, Karina lo resume entre risas y resignación: “El niño todo lo pierde”.
Para los comerciantes de la zona, sin embargo, la temporada escolar tampoco representa una garantía de ingresos estables. Las ventas han disminuido en los últimos años, y la competencia desleal de los productos importados los obliga a ajustar sus márgenes de ganancia.
“Sí, han aumentado [los precios], pero por las bajas ventas nosotros no podemos subirlos (...) Antes uno se ganaba 50%, ahora sólo 10%”, explica Natali, una vendedora con años de experiencia que tiene su local en la calle Regina.
Giovanni, también comerciante, comparte la misma preocupación: “Antes se vendía mucho y pagabas menos; pero ahora pagas más y se vende menos”.
Lee también Estas son las 41 Ferias de Regreso a Clases en México; podrás usar tu tarjeta Mi beca Bienestar
Algunos de los locatarios afirman que entre los factores que han reducido las ventas, destaca la presencia de productos asiáticos. “Han bajado mucho los precios por los productos chinos, más que nada. Un producto original te cuesta unos 200 pesos, uno chino, anda en 90 o 100”.
Esa diferencia en el costo ha llevado a muchos locatarios a modificar su estrategia, y es que algunos, como Antonio Jiménez, optaron por cambiar de proveedores nacionales a extranjeros.
Pese a todo, los comerciantes mantienen el optimismo y la esperanza: “Ahorita está un poco bajo porque apenas se va aproximando la quincena, y todavía falta para el mero día del inicio de clases [el 1 de septiembre]”, comenta Jiménez y agrega: “Como todo mexicano, lo dejamos al último, pero sí estará muy buena la venta”.
Karina, como clienta, coincide: “Ahorita hay poca gente, pero después del 15 está horrible”.
En esta compleja ecuación entre gasto, ahorro y acceso, la vuelta a clases evidencia no sólo los desafíos económicos que enfrentan millones de familias, sino también las adaptaciones que tanto compradores como vendedores realizan para sortear la temporada sin perder el equilibrio.
[Publicidad]
[Publicidad]