El Senado inició la pasarela de los 48 aspirantes a presidir la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y la bancada de Morena se comprometió a un proceso sin vetos ni sesgos.
“El proceso de designación se blindó con un acuerdo que garantiza condiciones de igualdad para todas y todos los aspirantes, sin sesgos ni vetos”, afirmó el senador de Morena Antonino Morales Toledo.
El integrante de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Senadores sostuvo que la alta participación de aspirantes confirma la confianza en este proceso, que deberá concluir el próximo mes, cuando el pleno elija por mayoría calificada a la próxima persona titular de la comisión o ratifique a la actual ombusdperson.
“Tenemos 48 perfiles profesionales y es hora de escuchar todas las propuestas para enriquecer el criterio de la comisión y tomar la mejor decisión, porque —pese al avance de la Cuarta Transformación en el país— todavía hay muchos retos que atender en la defensa de los derechos de los más desprotegidos”, señaló el senador de Oaxaca.
Subrayó que el pueblo mexicano podrá escuchar los planteamientos de las y los aspirantes, porque se decidió un mecanismo de máxima transparencia con la comparecencia de cada aspirante antes las comisiones de Justicia y Derechos Humanos, que serán transmitidas en su totalidad.
“Hay las condiciones para tomar la mejor decisión”, indicó el senador Morales Toledo, al puntualizar que se elegirá el perfil más profesional, con trayectoria y sensibilidad para defender los derechos de todas y todos los mexicanos.
Entre los 17 aspirantes que comparecieron ante las comisiones unidas de Derechos Humanos y de Justicia del Senado en el primer día de este ejercicio, destacó el expanista Jesús González Schmal, quien hizo una fuerte crítica a la actual gestión de la CNDH, que encabeza Rosario Piedra Ibarra, principalmente por la ruptura con el Consejo Consultivo Ciudadano y la falta de atención a muchas recomendaciones.
Denunció que en el periodo que concluye, la comisión tiene un déficit en esta materia porque se dio el vicio de una concentración de poder que derivó en una decadencia de la comisión, que no logró sus objetivos. Señaló que las quejas contra las Fuerzas Armadas sumaron más de mil 800, de las cuales no se atendieron más que 23.
“Esta limitación de capacidades debe dejarse atrás con una buena coordinación con las comisiones estatales”, subrayó González Schmal. Enfatizó que el organismo autónomo debe retomar el trabajo coordinado y estrecho de su Consejo Consultivo, pues la comisión es un órgano cuya naturaleza de funcionamiento se orienta por la toma de decisiones colegiada.
Además, propuso que la secretaría ejecutiva se encargue de la atención del consejo y la vinculación con organismos nacionales e internacionales, y con la sociedad civil.
“Sin embargo, estas funciones hoy se distorsionan convirtiéndola en una presidencia de facto que suplanta la formalmente designada”.
Añadió que debe aumentarse el número de recomendaciones expedidas con relación al número de quejas que se presentan anualmente y advirtió que la CNDH debe rendir cuentas ante el Congreso y ante la sociedad.
Jesús González Schmal destacó cuál es el propósito de postularse para ser el ombudsperson y hacer que la CNDH vuelva a resurgir en breve como una institución en su dimensión fundamental, en el panorama político de México y en la protección de los derechos humanos.
“Sé que es en mi trayectoria ya el último tramo de vida activa, pero no podría ser indiferente, después de conocer lo que pasó en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, a decir, puedo aportar una experiencia y hacer, perdónenme la jactancia, un poco de escuela”, argumentó en su intervención.