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Porfirio Muñoz Ledo regresó a la Cámara de Diputados, el recinto donde en 2018 le colocó la Banda Presidencial a Andrés Manuel López Obrador para ratificarlo como titular del Ejecutivo.
En esta ocasión no resonó la máxima tribuna del país con la voz del campeón de oratoria de EL UNIVERSAL en 1957 y que alguna vez interpeló a un Presidente de la República para exigir una estricta rendición de cuentas. Hoy sólo hubo un minuto de silencio para rendirle homenaje por su partida a los 89 años.
A pesar de su ausencia, su amigo de toda la vida, el diputado priista Augusto Gómez Villanueva tomó la palabra para aclarar que hasta sus últimos días de vida Muñoz Ledo luchó para la construcción de “pacto social” y propició el diseño de una estrategia “que permitiera a México librarse del riesgo de la violencia y la anarquía o la dictadura”, lo que se vio materializado en la creación del Frente Amplio por México.
“Que la opinión pública de México sepa que hasta el último momento pensaste en cómo lograr las grandes transformaciones que nos permitan trascender esta etapa que vivimos para lograr la reconciliación nacional”, dijo.
Al centro del Palacio Legislativo fue colocado el ataúd de Muñoz Ledo arropado por la Bandera Nacional, así como por dos fotos que recordaban los debates memorables que protagonizó como legislador durante 32 años.
El político mexicano fue calificado como un hombre de Estado, demócrata, estadista y patriota, pero también como el padre, hijo y abuelo, como “el gran hombre”, así como el excelente bailarín y boxeador.
De este deporte se habló de las “peleas” que sostuvo para defender sus convicciones, lo que lo llevó a separarse del PRI para fundar el PRD y luego Morena.
“A riesgo de errar, aventuro, el legado más importante que deja Porfirio Muñoz Ledo a la República y al pueblo de México es el impulso que le imprimió a la transición democrática y a la construcción de instituciones”, declaró el presidente de la Mesa Directiva, el panista Santiago Creel Miranda.
Se habló también de su aspiración presidencial en los gobiernos de Echeverría y López Portillo, de su candidatura presidencial en el año 2000 por el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM), así como de su labor en la diplomacia al ser representante permanente de México en Naciones Unidas y embajador de México ante la Unión Europea, sin dejar de lado su candidatura al gobierno de Guanajuato y su paso por las secretarías de Educación y del Trabajo.
Como legislador, Muñoz Ledo pisó por última vez el recinto legislativo de San Lázaro en septiembre de 2021. Antes de que terminara su periodo, el político criticó la estrategia migrante de la actual administración y meses más tarde denunció que por ese motivo el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, desató una “corrupta y artera” campaña para impedir “a toda costa” su reelección como diputado federal.
Durante la ceremonia, el coordinador de Morena, Ignacio Mier, le rindió una guardia de honor. El mismo Mier a quien increpó en abril de 2021 al pedirle que no se sometiera a la dirigencia del partido guinda y le cuestionó: “Nacho, Nachito, ¿por qué me tienen al borde de mi renuncia del partido?”.
“A Porfirio Muñoz Ledo lo recordaremos como un hombre polémico, donde la polémica es contraste de ideas, palabra y acción. Más allá de diferencias, de coyunturas y de intereses que animan nuestra actuación, este recinto, el salón de plenos de la Cámara de Diputados y sede del Congreso de la Unión, representa la pluralidad y diversidad de nuestro pueblo. Nadie como Porfirio entendió esta circunstancia y actuó en consecuencia”, declaró Mier Velazco.
Aleida Alavez, vicecoordinadora de Morena, lo recordó como un hombre que siempre increpó a quien ostentaba el poder, incluido al actual Mandatario federal que él mismo impulsó para llegar a la Silla Presidencial, y que incluso en 2018, cuando fue electo por segunda vez como presidente de la Cámara de Diputados, contribuyó activamente en la aprobación de todos los proyectos de reforma presentados por el jefe del Ejecutivo.
“Por eso no nos sorprendieron ni nos molestaron en ningún momento las críticas que llegó a expresar hacia nuestro movimiento y hacia el presidente Andrés Manuel López Obrador, pues era parte de la esencia de Muñoz Ledo: el ser crítico, el ser incisivo y, sobre todo, el ser un personaje polémico que increpaba a quien ostentaba el poder”, indicó.
Gómez Villanueva adelantó que para homenajearlo, buscará que se integre un óleo de Muñoz Ledo en el salón de presidentes del Comité Ejecutivo Nacional del PRI.
Amalia García Medina, diputada de MC, dijo que a lo largo de su carrera el también politólogo “abrazó grandes causas”: “Impulsó la cultura de la educación como secretario de Educación, y como secretario del Trabajo impulsó el empleo y el salario digno en lugar de dádivas. Cuando fue secretario del Trabajo el salario mínimo alcanzó su nivel más alto hasta los años recientes; durante 30 años no hubo salario mínimo más alto que el que impulsó Porfirio Muñoz Ledo”.