Las violencias escolares son un fenómeno mundial que afecta la vida, el desarrollo y el bienestar de miles de menores de edad, por lo que es indispensable mantener un entorno escolar que proteja a la niñez y adolescencia con la participación de madres, padres, personas cuidadoras y docentes en actividades de prevención, advirtió la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna).
El organismo, adscrito a la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación (Segob) hizo este llamado urgente y destacó que las consecuencias emocionales de las violencias contra los menores derivan en estrés y ansiedad; las físicas incluyen lesiones irreversibles; las cognitivas van desde el retraso intelectual hasta la inadaptación a la escuela y las sociales generan incapacidad para socializar y el uso de sustancias sicoactivas.
La Secretaría Ejecutiva del Sipinna destacó que durante el Foro Virtual de Buenas Prácticas sobre Espacios Escolares Seguros Prevención del Acoso Escolar, del que México formó parte, se recalcó que generar nuevas formas de socialización desde los diferentes centros educativos facilita el entendimiento de la diversidad y la pluralidad y contribuye a terminar con prácticas de discriminación y estigmatización, que son materia prima de la violencia escolar.
Al participar en el foro, el Sipinna recordó que México asumió el compromiso en materia de prevención del acoso escolar en el entorno educativo y quedó consignado en la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y en la alianza global de las Naciones Unidas para poner fin a toda forma de violencia contra la niñez.
“La Secretaría Ejecutiva del Sipinna nacional respalda este llamado en virtud de que entre las buenas prácticas señaladas por la Oficialía de Protección a la Infancia del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) se enfatiza que las violencias tienen distintas consecuencias sobre la niñez”, expresó el organismo en un comunicado.
Entre otras medidas se mencionó que para mantener a los diferentes centros educativos como ambientes de protección se deben desarrollar liderazgos y métodos de coordinación que permitan prevenir y erradicar la violencia a través de actividades integradas en todos los planes de estudios.
Asimismo, trabajar sobre los valores con el personal docente.
Un aspecto fundamental que se remarcó durante el evento es que la práctica cotidiana del deporte es una herramienta fundamental para desarrollar el respeto entre los estudiantes.
En el foro virtual también se reafirmó la necesidad de implementar acciones, tales como la capacitación del personal docente en cuanto a técnicas de disciplina que respondan a la violencia cuando se produce y contar con la participación de la comunidad en las actividades de prevención.