En la Ciudad de México, las infracciones de tránsito no sólo se saldan con dinero o con horas de servicio comunitario, sino también aprendiendo a leer en voz alta en un taller que se imparte en la Biblioteca Central de la UNAM.
LEO, es una iniciativa unamita, inspirada en la novela “El lector a domicilio”, de Fabio Morábito, busca crear conciencia entre los conductores mediante textos que hablan de empatía, responsabilidad vial y de la importancia de conservar el planeta.
“Todos van a llegar y me van a decir yo sí sé leer, pero la lectura en voz alta es otra estrategia donde, ahí si habitas las palabras, primero tú tienes que conocer el texto para llevarlo a otro”, dice Lizbeth Nájera, tallerista del proyecto LEO.
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Señala que “iniciamos desde septiembre de 2019 con talleres exclusivamente para los infractores de este programa de Fotocívicas, que para nosotros son participantes, les quitamos la etiqueta de infractores, y empezamos justo con ellos y también con acompañantes.
“Este taller se aperturó no solamente para el titular del vehículo, sino también aquellos que estaban cometiendo las infracciones o aquel acompañante que venía y que, en lugar de esperarse acá afuera, pues que entrara al taller también a disfrutarlo”.
Fabio Morábito, autor de “El lector a domicilio” resalta que esta es una idea muy viable y noble de pagar una infracción, leyendo en voz alta a personas que por alguna razón no pueden hacerlo o prefieren escuchar en lugar de leer.
“Siempre ha sido una de las características fundamentales de la literatura, es decir, los cuentos y la poesía siempre han conservado un carácter de oralidad que hace que sea muy disfrutable escuchar en voz de otros una historia o un poema”, menciona.
De acuerdo con la UNAM, son más de mil personas las que han cursado el taller de lectura en voz alta.
Citlalli Duarte, directora ejecutiva de Justicia Cívica de la Ciudad de México, comenta: “La gente que entra regresa y ya terminaron y siguen regresando, o sea, nada más por gusto”.
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