Juezas de todo el país alzaron la voz por las condiciones de desigualdad que viven, especialmente después de la aprobación de la reforma al Poder Judicial. Lamentaron que no “llegan todas”, como sostiene la presidenta Claudia Sheinbaum.
“Juntas luchamos sin miedo por sostener una justicia independiente, no nos doblegamos, hincadas nunca: no llegamos todas”, señaló Lilia Mónica López Benítez, consejera de la Judicatura Federal.
Desde la discusión de la reforma judicial, mujeres abogadas lamentaron que esta eliminaría la carrera judicial y mermaría los logros y espacios conquistados por ellas. La jueza Yasmín Murillo dijo que llegarán todas hasta que su estabilidad laboral dependa de nuestros méritos y no de su popularidad.
Además, la reforma judicial se convertirá en una sentencia de impunidad contra mujeres víctimas si las juezas y los jueces que serán elegidos en junio carecen de experiencia en perspectiva de género o ellas y ellos mismos son agresores, alertaron abogadas feministas y activistas.
Mientras que la jueza Haggi Huerta indicó que lo más importante deberían ser las mujeres y no los votos, como lo hace ver el gobierno federal al impulsar la votación de personas juzgadoras el próximo 1 de junio.
La jueza Marlene Ángeles dijo “hasta que todas las mujeres puedan elegir su proyecto de vida” y la jueza Paloma Morteo agregó: “Hasta que la paridad de género no sea utilizado como un simple concepto porque no llegamos todas”.
Jueza Sindy Ortiz explicó que este lema será realidad hasta que la sororidad sea una realidad material y no una campaña presidencial y la jueza Mar D. Padilla dijo que hasta que la sororidad sea costumbre y no les arrebaten la toga.
“Hasta que a una mujer no le destruyan sus sueños ni le destruyan su proyecto de vida”, lamentó la jueza Martha Magaña. “Y aquí seguimos hasta que a ninguna mujer le pase por encima el Estado, en lugar de protegerla”, finalizó la jueza Lucero de Alba.
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