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Sin importar el costo político y social, mediante el bloqueo de consensos democráticos, el debilitamiento de instituciones y con el montaje de nuevos mecanismos de elección, Morena cooptó los tres Poderes de la Unión en México para establecer un nuevo régimen, alertan politólogos, investigadores y defensores de derechos humanos.
Inclinar la balanza hacia un lado con la imposición de la reforma judicial, la reforma a la Guardia Nacional (GN), la supremacía constitucional, las designaciones a modo de las ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Lenia Batres y Yazmín Esquivel, y la reelección de Rosario Piedra Ibarra al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), abre las ventanas a la posibilidad de que se violen las garantías de una República que no contará con instituciones ni figuras políticas que velen por ella de forma imparcial, consideran.
“La lógica de Morena es fortalecer el movimiento y a las diferentes personas que lo posicionaron. Cerraron toda posibilidad de lograr un consenso, diálogos democráticos, conversaciones con otros actores políticos, elementos característicos de que buscan el poder completo. No importa ni el mérito ni la división de poderes ni los grupos ni las víctimas, importa tener el poder completo y, aparentemente, harán todo lo necesario para conservarlo y reproducirlo”, apunta Alberto Aziz Nassif, doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Iberoamericana.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el integrante del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas) dice que México avanza hacia un régimen sin división de poderes, sin despegarse un milímetro del plan C trazado por el expresidente de México, Andrés Manuel López Obrador. El camino lo inició el exmandatario con el debilitamiento de dependencias como el Instituto Nacional Electoral (INE), el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y sus fuerzas guindas sentaron las bases con la mayoría calificada en la Cámara de Diputados.
“Y nadie duda que la próxima elección de jueces, magistrados y ministros así va a ser, todos van a salir de una elección morenista. Lo podemos analizar con lo que pasó en el Senado, con Rosario Piedra, en donde se montó un mecanismo para la elección, se impuso con su mayoría sin considerar su evaluación, aunque fue la peor, y no importó pagar el costo de la imagen, el político, el de las divisiones internas… Así se han llevado a cabo los procesos de imposición de la voluntad de sus élites”, explica el también experto en transiciones democráticas.
Para conseguir la aprobación que faltaba a las reformas del partido guinda, los expertos coinciden en que se compró a opositores con coacciones y amenazas, ésto, con el objeto de imponer reformas que, a la postre, avanzaron cuando el partido oficialista logró derribar todas las posibles impugnaciones que pudieran invalidar lo que estaba por aprobarse.
“Morena refugia su gobierno mayoritario con un discurso que confunde a la democracia. Aún cuando las minorías no tengan gran capacidad de cambiar las cosas también deben ser escuchadas para contribuir a la estabilidad de los sistemas políticos y legitimar resultados”, expone Fernando Dworak, maestro en Estudios Legislativos por la Universidad de Hull, en Reino Unido.
La pérdida de tiempo de la oposición al centrar su discurso en el antiobradorismo y no en resignificar su función pública sumó para fortalecer a Morena, resalta en una conversación con El gran diario de México el licenciado en Ciencia Política por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
En este punto del avance del plan C, para remontar se requiere que la oposición haga autocrítica, teja redes y un discurso poderoso, alterno, igual de atractivo que el oficial, que recupere credibilidad y debe ser reactiva al gobierno con causas y estrategias, no sólo respuestas que van en contra.
“Este también es un resultado de una serie de errores de una oposición que no sabe qué ha pasado desde 2018 a la fecha, que sigue reaccionando, que cree que gritando y haciendo hash- tags y demás cosas va a hacer algo para avanzar sus causas y en ese vacío justamente nos encontramos en este momento. (...) Un gobierno que sólo sabe cerrar va a generar tensiones enormes que estallarán en otra parte”, advierte.
“La democracia no sólo va de las mayorías, sino también de cómo generar contrapesos en las propias instituciones para evitar violaciones a los derechos humanos de todos”, resalta María Luisa Aguilar, coordinadora del área internacional del Centro Prodh.
Es un peligro anteponer la recompensa hacia la asociación a un proyecto político por encima de la parte objetiva en temas de derechos humanos, en aspectos como la transparencia y procesos judiciales, pues al centralizar el poder se cierran puertas a la justicia para las víctimas y la procuración del bienestar de la sociedad.
“Por ejemplo, Rosario Piedra se negó a presentar acciones de inconstitucionalidad en temas centrales como la Guardia Nacional, cuando estaban las regulaciones por vía de leyes secundarias; en el número de recomendaciones que emitió en contra de las Fuerzas Armadas con más de mil 800 quejas en contra de la Guardia Nacional y sólo 23 recomendaciones, eso es muy grave porque es cerrar la posibilidad para las víctimas de contar con una institución que vele por sus derechos y eso está asociado a las posibilidades de contar con contrapesos más en contextos de democracia, de ir socavando esos pequeños espacios que todavía tenemos y que se crearon justo para ello”, advierte la defensora de derechos humanos.
Finalmente, María Luisa Aguilar pide prestar atención a lo sucedido en el Senado de la República con la reelección de Rosario Piedra Ibarra, pues es una acción que muestra que los intereses políticos están por encima de perfiles técnicos.
“Esto nos permite ver lo que puede pasar con los comités de selección para las elecciones del Poder Judicial. Hay que poner mucha atención, porque son esos espacios en los que habrá que seguir visibilizando cómo no se deben poner por encima los perfiles políticos de los perfiles técnicos, porque están en juego temas importantes, en particular, la administración de justicia a nivel federal, pero después eso se puede replicar en los estados”.