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Chicago.— Con pancartas, altavoces y hasta un Donald Trump ataviado con un overol naranja, medio centenar de personas se manifestaron al sur de Chicago. La comunidad migrante mexicana en Chicago y de otros países latinoamericanos llevó a cabo una acción en apoyo a la Marcha del Pueblo.
Los participantes, que incluían trabajadores indocumentados, residentes legales y ciudadanos con doble nacionalidad, dejaron de acudir a sus centros de trabajo y de consumir en grandes cadenas y franquicias.
“Hay familias donde hay gente que tiene ciudadanía y otras no, hay niños que tienen 5 años que tienen ciudadanía americana y sus papás no, va a haber muchas separaciones de familias”, reprochó Fátima Maldonado, de México, pero quien vive en Chicago.