Ignacio Ovalle Fernández, extitular de Segalmex (Seguridad Alimentaria Mexicana), cuenta con una trayectoria en el servicio público federal de más de medio siglo, en la que destaca su cercanía con diversos presidentes de la República, entre ellos Andrés Manuel López Obrador.
En 1970, Nacho, como le llaman sus amigos, militante entonces del PRI, fue designado como secretario particular del entonces presidente Luis Echeverría Álvarez.
En 1976 fue nombrado, ya bajo el gobierno de José López Portillo, director general del Instituto Nacional Indigenista (INI). Fue en este cargo donde conoció al entonces joven Andrés Manuel López Obrador, quien fungía como delegado de ese instituto en su natal Tabasco, en lo que fue su primer empleo, y, por lo tanto, Ovalle Fernández fue su primer jefe.
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Desde ese momento se forjó una amistad entre ambos que perdura hasta el día de hoy.
En diciembre de 2018, ya como presidente de México, López Obrador recordó su amistad con Nacho y, por su experiencia al frente de Conasupo en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, lo llamó para sumarse a su gobierno y encabezar Segalmex.
En agosto de 2020, al comentar “las vueltas que da la vida”, López Obrador recordó que Ovalle fue su primer jefe y le agradeció su apoyo por sumarse a su gabinete.
Tras darse a conocer el desfalco a Segalmex por cerca de 15 mil millones de pesos, López Obrador salió en respaldo de Ovalle y aseguró que había sido “engañado” por un grupo de priistas de “malas mañas” acostumbrados a robar. Afirmó que Ovalle era “una gente honesta” y que no era corrupto.
El Mandatario federal ordenó que Ovalle Fernández saliera de Segalmex y se fuera al Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (Inafed), en donde, ya bajo el gobierno de Claudia Sheinbaum y sin el respaldo de su amigo López Obrador, hace unos días tuvo que ceder su puesto a Armando Quintero, exalcalde de Iztacalco.