La obesidad y el sobrepeso son un problema de salud pública en nuestro país que afecta a un 36.7 % de los adultos y a un 37.4 % de niñas y niños de 5 a 11 años, consecuentemente son factores de alto riesgo para padecimientos cardiovasculares.
El consumo de alimentos denominados como “chatarra” o “basura” es una de las causas de estos problemas, así como la falta de actividad física, hábitos sedentarios, mala información y desinformación sobre una alimentación saludable; aunado a que en las últimas décadas, la excesiva disponibilidad de los alimentos ultraprocesasados se ofrecen a cada paso y en cada esquina contribuyen a que las costumbres alimentarias se hayan modificado en perjuicio de la salud. De acuerdo con un informe de la OPS, México ocupa el cuarto lugar per capita en el consumo de este tipo de alimentos con 214 kilos por año.
Este tipo de productos sin valor nutrimental son los que la industria elabora con ácidos hidrogenados conocidos como grasas trans, las cuales se usan hace para que estos no caduquen, permaneciendo más tiempo en los anaqueles y sobre todo, en muchos de los casos saborizan los productos de tal manera que los convierten en adictivos.
Las grasas trans incrementan las tasas de morbimortalidad de las enfermedades cardiovasculares, que dicho sea de paso está atacando más frecuentemente a personas en edades tempranas, entre 20 y 40 años. Las grasas trans de uso industrial afectan a más de 13 mil personas que anualmente pierden la vida por cardiopatías que devienen en ataques cardíacos e infartos.
Ante este panorama, en el 2021 junto con Salud Justa Mx y la Coalición México SaludHable presentamos la iniciativa para regular el uso de grasas trans y que los productos solo contengan un 0.2 % de estas en repostería, margarinas, panificadoras, alimentos fritos, comida congelada y rápida, entre otros.
Tras dos años de proceso legislativo y luego de ser aprobada en el Senado y la Cámara de Diputados se logró la entrada en vigor el pasado 20 de septiembre.
Esta reforma legal se suma al pasado logro también de esta legislatura del Etiquetado Frontal, es decir los sellos de advertencia en alimentos y bebidas no alcohólicas. Así como la aprobación de espacios saludables en las escuelas de educación básica y media básica del país. Estas medidas establecidas en un marco legal abonan en la prevención de enfermedades y en fomentar en la población una alimentación sana que contribuya a un mejor desarrollo de su salud y prevenga las enfermedades del corazón y otras como la diabetes mellitus y la hipertensión arterial.
Trabajar de la mano de la sociedad ha contribuido a lograr consensos en favor de la salud en general para combatir la obesidad y el sobrepeso, promover el consumo de alimentos más sanos, incentivar el ejercicio y la actividad física debe ser una premisa en todos los órdenes de gobierno, medios de comunicación, industria y población en general.
En la Comisión de Salud del Senado nos hemos propuesto legislar y ser un parteaguas en materia de salud, coadyuvando para que la población tenga acceso fácil y de manera eficaz al conocimiento, adquisición y promoción de una vida saludable. Debemos hacer que la salud de las y los mexicanos sea un derecho y no un privilegio y construir condiciones justas para el futuro de las nuevas generaciones.
Margarita Valdez
Presidenta de la Comisión de Salud del Senado.