Las Fuerzas Armadas controlan ya 17 de los 62 aeropuertos que tiene el país, considerados por el gobierno federal como “estratégicos” por su ubicación, el número de operaciones aéreas y el flujo de pasajeros que registran.
De ellos, ocho son operados y administrados por la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar) y nueve por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a través de la empresa Grupo Aeroportuario, Ferroviario, de Servicios Auxiliares y Conexos Olmeca-Maya-Mexica, que fue creada apenas en abril de 2022.
Es una empresa de participación estatal mayoritaria, cuya estructura accionaria está conformada con 99% de propiedad de la Secretaría de la Defensa Nacional y 1% propiedad del Banco Nacional del Ejército, Fuerza Aérea y Armada (Banjercito), que dirige el general René Trujillo Miranda.
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El Ejército ya operaba seis terminales aéreas, pero este martes se publicaron en el Diario Oficial de la Federación los títulos de asignación de otras tres en favor de la Sedena, que así administra, opera, explota y, en su caso, construye los aeropuertos internacionales Felipe Ángeles (AIFA), en Zumpango, Estado de México; Nuevo Laredo, Tamaulipas; Campeche, Campeche; Ixtepec, Oaxaca; Chetumal y Tulum, en Quintana Roo; Uruapan, Michoacán; Palenque, Chiapas, y el Hermanos Serdán, ubicado en Huejotzingo, Puebla.
En tanto, la Secretaría de Marina tiene a su cargo los aeropuertos internacionales de la Ciudad de México (AICM) y de Toluca, Estado de México; Matamoros, Tamaulipas; Ciudad del Carmen, Campeche; Loreto, Baja California Sur; Guaymas y Ciudad Obregón, en Sonora, y Colima, Colima.
Estos 17 aeropuertos son utilizados por más de 4 millones y medio de pasajeros cada mes, y a la cabeza de ellos se ubica el de la Ciudad de México, con 4 millones 420 mil usuarios en más de 30 mil vuelos, con cifras del pasado mes de octubre de este año.
Le siguen el AIFA, con 210 mil y 2 mil 107 vuelos; el Hermanos Serdán, de Puebla, con casi 88 mil pasajeros en mil 860 operaciones aéreas, y el de Chetumal, con casi 28 mil usuarios y 386 vuelos.
El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles está a la cabeza en cuanto a movimiento de carga, con un total de más de 35 millones de toneladas en octubre pasado, mientras que el aeropuerto capitalino se ubicó en segundo lugar, con más de 20 millones de toneladas de carga.
La gran mayoría de estos aeropuertos, salvo los que están en construcción, como el de Tulum, eran operados hasta este sexenio por Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), un organismo descentralizado del gobierno federal, creado en junio de 1965 “para diseñar, construir y operar terminales aeroportuarias”.
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Se prevé que en los 10 meses que le restan a la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se sumen más terminales al control de la Sedena o la Semar. Por lo pronto, ASA informó que está en estudio el proyecto para traspasar a las Fuerzas Armadas otros dos aeropuertos: los de Ciudad Victoria, Tamaulipas, y el de Nogales, Sonora, aunque todavía no se define fecha ni a cuál de las dos dependencias castrenses se les va a entregar su administración y operación.
En la mira también está el Aeropuerto ADN de Monterrey, Nuevo León, cuya concesión venció el 12 de agosto pasado y el gobierno federal había amenazado con no renovarla. Sin embargo, como parte de las negociaciones con la Sociedad Cooperativa de Consumo de Servicios Aéreos se otorgó una prórroga de tres meses, que venció el 12 de noviembre, y después de dio una segunda prórroga de dos meses, misma que tiene fecha de caducidad de 12 de enero de 2024.
En los títulos de asignación que otorgó la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) en favor de la Sedena y la Semar se establece que la administración, operación, explotación y, en su caso, construcciones que se realicen en los aeropuertos, así como la prestación de los servicios, estarán sujetas “enunciativa y no limitativamente” a lo dispuesto por la Constitución Política mexicana y los tratados internacionales celebrados y que se celebren por el Presidente de la República con la aprobación del Senado.