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Varios franeleros se han adueñado de las calles de la colonia Peñón de los Baños y amenazan a los vecinos con poncharles las llantas de sus coches si no ceden los espacios que utilizan para estacionarse.
En la zona aledaña a la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), los llamados “viene-viene” se apropian de la vía pública y apartan espacios en las calles, mismos que rentan a automovilistas que trabajan en la terminal aérea, a los que les cobran 30 pesos por turno de ocho horas (lo que dura su jornada laboral), aunque a las personas externas, que tal vez ignoran que el estacionamiento de la terminal tiene una tarifa de 58 pesos por 60 minutos, les llegan a cobrar hasta 100 pesos por el mismo tiempo.
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En esa parte de la alcaldía Venustiano Carranza, en calles como Hidalgo, Colones, Durango, La Paz y Quetzalcóatl, aledañas a la avenida Capitán Carlos León, es muy común encontrar decenas de llantas que los franeleros colocan para impedir que los colonos o visitantes que acuden al AICM estacionen sus autos.
También utilizan cajas de madera, rejas plásticas de refrescos, garrafones y bidones que entorpecen el tránsito en las calles; ahí suelen acomodar hasta en triple fila los vehículos, y en las aceras, incluso, llegan a colocar plumas metálicas para delimitar los espacios.
Algunos vecinos se han resignado al despojo y señalan que la colonia ya le pertenece a los franeleros, que además utilizan las banquetas para estacionar motocicletas, a cuyos dueños les cobran 50 pesos por tiempo ilimitado, sin importarles que el paso peatonal se vea entorpecido.
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