Los de la casi desaparecida Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) enfrentan incertidumbre y se sienten abandonados a su suerte, pues algunos comentan que ninguno será reubicado en la Secretaría de Educación Pública (SEP), donde este organismo sólo será un área más de la dependencia y que desde diciembre pasado se han registrado más de una veintena de despidos sin liquidación.

“Nos sentimos en el desamparo… abandonados a nuestra suerte. Nos acaban de avisar que ninguno será reubicado en la Secretaría de Educación Pública (SEP). ‘Que allí no nos quieren’, a pesar de que en Mejoredu existe gente muy especializada en temas educativos”, comenta Laura, quien tiene 20 años trabajando en esa comisión.

Creada el 1 de octubre de 2019 bajo la administración de Andrés Manuel López Obrador, la extinta institución tenía como objetivos el desarrollo profesional y continuo de los docentes, la mejora de los resultados de aprendizaje, así como de las escuelas. Pero en noviembre pasado fue eliminada como parte del programa de austeridad del gobierno federal.

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Cuentan algunos trabajadores de Mejoredu que para poner punto final al organismo, que fue anunciado el 30 de septiembre de 2019, la comisionada presidenta, Silvia Valle Tépatl, organizó una comida hace unos días en el restaurante La Mansión, ubicada en el sur de la capital del país, en la que estuvo la también excomisionada Etelvina Sandoval Flores, recientemente designada subsecretaria de la Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México.

Comentan que a ese petit comité acudieron funcionarios muy cercanos a Valle y Sandoval, como Miguel Ángel López Reyes, administrador de la comisión; Adrián Castelán Cedillo, director general de Administración y Finanzas; Leonel Pérez, consejero ciudadano; Armando de Luna Ávila, secretario ejecutivo, y Noel Pérez Salais, director general de Asuntos Jurídicos.

Se les sirvió un menú que consistió en sopa de tortilla, ensalada de berros con pera, cortes finos, como Rib Eye, New York y T-bone, vino tinto de la casa, crepas y pastel. Todo esto, mientras los trabajadores se enfrentan a la incertidumbre.

“La base no fue invitada. No tenemos nada que festejar ni que agradecerle. Etelvina fue el factor principal para que desapareciera la Mejoredu. Detuvo todo por órdenes del expresidente Andrés Manuel López Obrador.

“Y fue premiada con una Subsecretaría en Educación de Ciudad de México. Eso fue lo que festejaron”, precisa Laura, quien comenzó a laborar en ese organismo mucho antes de que el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación se convirtiera en la Mejoredu.

Detalla que el 31 de marzo próximo es la fecha límite para que los trabajadores de la institución sean liquidados por completo.

“Los y las funcionarias no dan la cara al personal. Están escondidos. Todo es a base de comunicados internos con respuestas que ni ellos entienden. Dan la impresión de no asumir la responsabilidad que tienen y que ya tienen muchas ganas de irse. Sienten que ya le cumplieron al gobierno de la llamada Cuarta Transformación”, refiere.

Expone que tanto Etelvina Sandoval como Silvia Valle “hicieron todo lo posible porque la Mejoredu no avanzara. Obstruyeron su trabajo. Cuidaron que los resultados de sus estudios no afectaran la imagen del gobierno morenista, sobre todo en la Secretaría de Educación Pública, porque los resultados muestran serios retrocesos en educación”.

Laura está convencida de que en unos meses más “nos van a echar a la calle, dicen que al secretario de Educación ya le urge terminar con este asunto. Le hacemos un llamado a la presidenta Claudia Sheinbaum para que se nos trate dignamente y se nos asigne una indemnización por despido. Le decimos que las y los empleados de Mejoredu no hemos hecho nada malo por el país. Y hemos cumplido siempre como servidores públicos profesionales”.

Ramón es otro empleado de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación y apenas hace unas semanas acaba de cumplir cuatro años en la institución y comenta que al interior de la misma ni siquiera existe un programa para apoyar a la gente que está a unos cuantos años de jubilarse. “No hay nada de información, o sea, de un día para el otro llegan y te corren”.

Externa que Mejoredu pagó por un proyecto de gestión que aún no se realiza a pesar de que para ello se pagaron más de 3 millones de pesos.

“Hay un proyecto de gestión de control por el que se pagaron 3 millones, ya se va a extinguir el organismo y no ha arrancado. Se trata de un proyecto que iba a ir midiendo todo lo que llegara a la comisión, que se cumplieran las metas para que cumpliéramos su programa. Pero se pagó, o sea, lo grave es que se pagó y no sucedió nada”, señala.

El trabajador de 54 años relata que entre la Mejoredu y la SEP han habido “varios encontronazos”, y el primero de ellos fue porque la dependencia quería que la sede de la Comisión Nacional se trasladara a un inmueble más austero, a lo que se opusieron Silvia Valle y Etelvina Sandoval.

Comenta que desde el año pasado, Valle ya no renovó el contrato para la renta de equipo de cómputo, por lo que la mayoría de los trabajadores tienen que esperar a que alguien desocupe un equipo o de plano llevar su propia computadora.

”Nos están dejando sin herramientas indispensables para trabajar, pero eso no les interesa como tampoco que al interior de la Mejoredu hay gente muy valiosa especializada en educación”, externa.

Para Rosalía, quien lleva trabajando en esa institución 10 años, es evidente que Silvia Valle y Etelvina Sandoval llegaron con la consigna de destruir a la Comisión Nacional para la Mejora de la Educación y de empezar a liquidar a los trabajadores, lo que, asegura, se aceleró desde diciembre pasado.

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“A los que han despedido, prácticamente los han obligado a firmar su renuncia, intimidándolos con que se procederá legalmente o que serán boletinados para que no sean contratados en otras dependencias. Esto, para evitar la liquidación.

“Lo más triste, es que se quedaron en el tintero investigaciones que llevaron su tiempo para poderlas hacer, y que tuvieron una construcción sólida. Pero no fueron difundidas para evitar que fueran utilizadas para golpear a la SEP y al gobierno federal”, expresa.

Para conocer su postura al respecto, EL UNIVERSAL recurrió a la Mejoredu y a la Secretaría de Educación Pública sin recibir respuesta alguna.

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