Verónica Fabiola Martínez Espinosa ya hizo historia, pues además de ser coronel médico cirujano, es la cuarta mujer en convertirse en subdirectora de la. Es conocida como la Doctora Vero de Ortopedia y considera como un gran reto su cargo porque le encomendaron la educación y cuidado de los cadetes de esta institución especializada.

En entrevista con EL UNIVERSAL narra los dos pilares de su labor: educación y disciplina. Considera que ha habido avances en la, pues la Escuela Militar de Medicina cuenta con 642 cadetes, 50% de ellos son mujeres y 50% hombres.

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Entrevista con Verónica Fabiola Martínez Espinosa, Subdirectora de la Escuela Militar de Medicina para EL UNIVERSAL 27 de enero. Foto: Hugo Salvador / EL UNIVERSAL
Entrevista con Verónica Fabiola Martínez Espinosa, Subdirectora de la Escuela Militar de Medicina para EL UNIVERSAL 27 de enero. Foto: Hugo Salvador / EL UNIVERSAL

Martínez Espinosa no sólo es militar y la encargada de formar cadetes; también cumple con otra enorme labor, ser madre y por ello en su oficina resaltan las fotografías de sus hijos colocadas en el librero, al tiempo que señala que le ha tocado la mejor familia.

La coronel pronostica que en unos años una mujer será secretaria de la Defensa Nacional.

¿Antes era imposible que las mujeres pudieran desempeñar altos cargos militares?

—Sí, era más difícil llegar, de hecho, ahorita es un momento de apertura y de equidad con la cual estamos teniendo el acceso a contar con más responsabilidades y poder ser madres y profesionistas.

¿Tiene hijos y qué le comentaron del nombramiento?

—Tengo dos hijos: una niña de 26 años que es ingeniera en sistemas y un niño de nueve años estudiante de cuarto año de primaria… Me respondieron, “vamos contigo mamá”, están muy contentos y los dos son incansables, siempre me apoyan.

¿La Sedena estaría preparada para tener a una mujer como titular de la dependencia?

—Existen mujeres que están en las armas en el Colegio Militar, con esto podemos saber que en algunos años una mujer puede ser la titular de la Defensa Nacional, la apertura de que estén en las armas es muy bueno.

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¿Cómo es su día a día en Escuela Militar de Medicina?

—Un día normal, es levantarme a las 4:30 de la mañana, llegar a las 5:15, salgo a pasar lista con los cadetes, a las 5:45 me voy a correr con ellos entre 5 y 7 kilómetros en las mañanas. Terminamos de correr, hacemos abdominales y me baño. Salgo otra vez a las 7:15 horas a pasar lista con todo el personal del plantel los que no son cadetes, después desayuno y superviso las actividades académicas de los alumnos.

¿En qué consiste la supervisión?

—Que el maestro esté a tiempo, las clases bien impartidas, que los cadetes estén con los adecuados instrumentos de trabajo, voy a las áreas clínicas que son los laboratorios de microbiología, laboratorio de cirugía, superviso que estén adecuadamente impartidas las clases, estoy presente en los exámenes en las áreas clínicas que es el Hospital Central Militar en el Hospital Escuela.

¿Con qué áreas cuenta la Escuela Militar de Medicina?

—El Centro Militar de Ciencias de la Salud (.) es un conjunto de varias escuelas que son las que se designaron que vivieran juntas, la Escuela Militar de Odontología, la Escuela Militar de Oficiales de Sanidad, la Escuela Militar de Clases de Sanidad y la Escuela Militar de Medicina, estas conviven y en común tienen el auditorio, comedor y cada uno tiene sus dormitorios, aulas y sus laboratorios.

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¿Los alumnos cuentan con área de simulación clínica?

—Sí, pero el entrenamiento en simulación no reemplaza en ningún momento a la enseñanza sobre un paciente; sin embargo, los cánones actuales de seguridad y de calidad en atención a los pacientes nos obliga a tener una capacitación previa antes de llegar con ellos, debemos ya de tener cierto grado de habilidades y destrezas.

¿Cómo inició su carrera?

—Empecé como cadete, entré a los 16 años a la antes Escuela Médico Militar, mi papá me llevó al Colegio Militar y le dije: “No te preocupes de aquí voy a salir graduada”, uno se pone la meta de lograrlo y se hace.

¿Posteriormente qué ocurrió?

—Me fui dos años a Santa Gertrudis, Chihuahua, en la Base Aérea Militar número 11 en la sección sanitaria fija y permanecí dos años, en 2001 realicé la especialidad en Ortopedia y Traumatología, fui la primera mujer médico militar ortopedista, antes no se estilaba que las mujeres hicieran ortopedia y eso fue hace más de 20 años, tuve los mejores maestros y compañeros, pero fue un reto.

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¿Realizó otra especialidad?

—Sí, hice la especialidad en medicina hiperbárica y subacuática en la Universidad de Barcelona, España, regresé fui jefa de la Unidad de Medicina Hiperbárica del Hospital Central Militar tres años y medio, en 2019 fungí como jefa del Departamento de Urgencias del Hospital Central Militar… Fue un privilegio porque pude coordinar las acciones de los especialistas y de los médicos residentes junto con los cadetes.

¿Participó en la lucha contra la pandemia por Covid-19?

—Me tocó ser la primera línea de frente en la atención de la pandemia de SARS-CoV-2, entonces estuvimos en las conversiones y reconversiones en toda la atención de los pacientes, fuimos un hospital de recepción con cero rechazos, estuvimos al frente junto con los médicos especialistas en urgencias toda la pandemia, a finales de 2022 me nombraron como jefa del área técnico-normativa dependiente de la subdirección técnica.

¿En qué consistió el cargo de jefa del área técnico-normativa?

—Me dediqué a hacer todo lo que es la normalización y planeación para el Hospital Central Militar, cumplimiento de las normas oficiales, también tuve el departamento de instrumental y equipo que es absolutamente todos los contratos que se llevan del Hospital Central Militar, son más de 100 contratos tanto de mantenimiento como de servicios y de insumos de alta especialidad que se manejan en el hospital.

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¿En ese tiempo estudió alguna especialidad?

—Tuve la facilidad de estudiar Derecho Sanitario para apoyar la legislación sanitaria vigente y poder estar más actualizada, también hice la maestría y el doctorado en alta dirección.

¿Considera que hay celos profesionales?

—No sentí celos profesionales… Uno como mujer tiene que apoyar a otras mujeres para que sean grandes… No lo veo de otra forma, he tenido excelentes compañeras y compañeros de trabajo y esto ha propiciado que el ambiente sea bueno, es una competencia sana por ser mejores.

¿Qué la motivó a entrar a la Defensa?

—Tengo el ejemplo de mi papá, que se desempeñó como piloto aviador militar, un ejemplo de trabajo y dedicación, mi mamá vio en mí a una mujer que podía hacer muchas cosas. Los dos hasta la fecha han sido mi apoyo, puedo decirle que vengan a ayudarme y ellos me siguen sin importar la edad que tengan.

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¿Se siente respaldada por su familia?

—Tengo una buena red de ayuda, me ha tocado la mejor familia, los mejores amigos, tengo a mis hermanas y amigos que les cuento con una mano es una buena red de apoyo, me siento bendecida.

¿Qué papel juega la equidad en la dependencia?

—Estamos en una situación donde la equidad nos ha apoyado, mi general secretario está pendiente de esto, me siento muy contenta y afortunada de poder estar aquí dirigiendo la Escuela Militar de Medicina que es mi alma mater.

¿Anteriormente las mujeres no consideraban desempeñarse en las Fuerzas Armadas?

—Cuando entré había una mujer en sexto año, una en quinto año, cuatro en cuarto año, 10 en tercer año, 20 en segundo año y nosotras cuatro, entonces eran muy pocas las mujeres que entraban, ahorita ya tenemos mayor apertura… La mujer no volteaba a ver las oportunidades.

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