En el marco de la primera Cumbre de la Alianza para la Prosperidad en las Américas (APEP) en Washington, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, señaló que en medida en que ambos países profundicen su integración y colaboración, mayor será la contribución "a la prosperidad y el bienestar de nuestros pueblos".
Salazar destacó el trabajo que ha hecho el equipo de México, encabezado por la canciller Alicia Bárcena, para avanzar en prioridades conjuntas.
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Refirió que con México ha mantenido distintas reuniones con liderazgos del Gobierno de los Estados Unidos, así como con grupos bipartidistas de senadores de los Estados Unidos y representantes del Congreso: "Ya que el liderazgo de ambas cámaras impacta directamente para aprovechar las oportunidades que surgen de nuestra integración y para afrontar nuestros retos comunes" .
Además, agregó, se tuvo un encuentro con el Atlantic Council para explorar asuntos regionales.
"La Alianza en las Américas representa un esfuerzo histórico de nuestros 12 países para lograr que la integración económica sea más abierta, justa, incluyente, sostenible y próspera", dijo.
Indicó Salazar que como lo ha señalado el presidente Joe Biden, "las Américas pueden ser la región más próspera, democrática y segura del mundo, una tarea en la que ya trabajamos en América del Norte con México y Canadá" .
"A través de esta alianza trabajaremos en la competitividad, el crecimiento económico y el desarrollo regionales, a la par de avanzar en las energías limpias y acciones de mitigación ante el cambio climático", destacó.
Reconoció el compromiso de Barbados, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay, particularmente de la delegación mexicana y de la canciller Bárcena.
En la Declaración del Este por parte de los países participantes, contemplaron un futuro más esperanzador para todos los pueblos de las Américas en el que economías dinámicas construyan sociedades más equitativas y los gobiernos democráticos.
Reconocieron también la necesidad de acelerar las inversiones y el comercio inclusivos y sostenibles en la región, abordar la crisis climática y expandir oportunidades sociales y económicas que no dejen a ninguna persona rezagada.
Reafirmaron su compromiso colectivo con valores comunes como la democracia, el estado de derecho, la diversidad y la inclusión, el trabajo digno y bien remunerado, la protección social y ambiental, los derechos laborales, los derechos humanos universales y las libertades fundamentales en las Américas.
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