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A pesar de que en México hasta 30% de la población sufre de dolor crónico, no existe una legislación específica sobre el tratamiento de dicho padecimiento, por lo que se instaló un comité de expertos para analizar y proponer la expedición de una política pública al respecto.
La Academia Nacional de Medicina de México (ANMM) y la Asociación Mexicana para el Estudio y Tratamiento del Dolor (AMETD) encabezan el proyecto El desafío de la conciencia social ante el dolor crónico. La ruta para una comunidad movilizada, en colaboración con la alianza EL UNIVERSAL-SuMédico y determinaron que el dolor crónico representa un problema nacional de salud pública.
El Comité de Expertos en Dolor Crónico, conformado por 10 doctoras y doctores con una reconocida trayectoria, se reunió en las instalaciones de EL UNIVERSAL, y advirtieron que legislar sobre el uso de opioides, como la morfina, es fundamental, ya que difícilmente se puede dar un tratamiento apropiado para el dolor si no se cuenta con este grupo.
Incluso, explicaron, ha desaparecido el capítulo de dolor intratable en los libros, porque existen los analgésicos adecuados para tratar casi cualquier nivel de dolor, pero es necesaria una legislación que equilibre el uso médico legal de dichos fármacos, y que permita el acceso a los pacientes.
Al respecto, el doctor Raúl Carrillo Esper, vicepresidente de la ANMM, dijo que la academia participa como un órgano consultivo del gobierno federal, para dar el aval académico al proyecto, por tratarse de un problema de salud pública.
“Se está trabajando con el Senado para que esto también sea una caja de resonancia, y pueda llevarse a una política de salud”.
El doctor Ricardo Plancarte Sánchez, jefe de Clínica del Dolor del Instituto Nacional de Cancerología, señaló que el dolor crónico ha pasado desapercibido para las autoridades, ya que en las más de 130 reformas que se han realizado a la Ley General de Salud, apenas se menciona en el artículo 166, asociado a los cuidados paliativos.
“Es el momento de emigrar del concepto de los cuidados paliativos como un derecho de todo ser humano, migrar al derecho de la medicina paliativa o medicina de soporte, en donde la piedra angular sería el dolor crónico”, advirtió.
El doctor Ángel Juárez Lemus, presidente de la Asociación Mexicana para el Estudio y Tratamiento del Dolor (AMETD), refirió que es necesario atender la regulación del uso de opioides, y educar a los pacientes y médicos porque, “incluso, hasta se busca evitar el tratamiento más adecuado por miedo a las adicciones.
“Estas campañas, donde se está fomentando la opiofobia y el que los pacientes ya no quieran recibir algunos medicamentos por miedo a las adicciones, tiene que regularse y hacerse un balance para un adecuado acceso y tratamiento, sin caer en los abusos”, dijo.
El doctor Ignacio Reyes Torres, presidente de la Sociedad Mexicana de Ultrasonido del Dolor (SMUD), detalló que de acuerdo con una encuesta que realizaron el año pasado, 47.5% de los médicos encuestados no tuvo acceso a la morfina en ninguna presentación para el manejo del dolor oncológico.
“Hay un discurso que se contrapone, en el sentido de que sí hay abasto, sí hay acceso a los opioides, pero 47% de los estados del país no tenemos morfina. Solamente el desabasto de opioides afecta la salud de nuestros pacientes”, remarcó.
En su turno, la doctora Argelia Lara, especialista en Medicina del Dolor y Paliativa, advirtió que la sobreregulación del uso de opioides y el desabasto ha afectado a muchos pacientes, porque no se les puede otorgar la atención mínima indispensable.
“Tenemos un atraso histórico en políticas públicas, en acceso a medicamentos especiales y, subrayo, en el grupo de los opioides, que es fundamental para poder tratar apropiadamente dolores que van en un rango de intensidad moderado a severo. Si no se cuenta con este grupo, difícilmente se puede dar un tratamiento apropiado para el dolor”, enfatizó.
La doctora Teresa Adriana Nava Obregón, jefe de Clínica del dolor del Hospital Universitario Dr. José Eleuterio González, dijo que se debe promover una política nacional sobre la regulación de tratamiento con medicamentos controlados.
“En cuanto a los pacientes, está la desinformación del uso de opioides. Hay políticas nacionales en países como Estados Unidos o europeos, donde hay un centro de regulación de opioides”, expuso.
La doctora María del Rocío Guillén Núñez, directora general en Alive indicó: “Clínica del dolor y cuidados paliativos e intervencionismo, explicó que solamente 5% de la población en México, puede acceder a una atención idónea al control del dolor.
“El dolor sigue siendo problema de salud pública a nivel mundial, toda América Latina no se exime de esta realidad, más nosotros”, dijo.
La doctora Luz Adriana Templos, fiscal en la mesa directiva de la Asociación Latinoamericana de Cuidados Paliativos, precisó que es indispensable llevar la información pertinente y la educación a los primeros niveles de atención.
“En muchos lugares que no son centralizados, el personal de salud no tiene una educación suficiente en materia de dolor y mucho menos en cuidados paliativos. Es muy difícil poder brindar este tipo de servicios”, advirtió.
El doctor Guillermo Eduardo Aréchiga Ornelas, coordinador de Medicina Paliativa y Dolor del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara, expresó que el problema deriva de la falta de analgésicos y de presupuesto.
“El dolor no se trata adecuadamente, se tiene una mala calidad de muerte en nuestro país, precisamente derivado de esta falta de acceso de recursos de financiamiento”, lamentó.
La doctora María López Collada Estrada, adscrita al Centro Estatal de Cancerología de Chihuahua, señaló que casi una tercera parte de los mexicanos vive con dolor crónico, pero pueden pasar años para acceder a un tratamiento.
“Somos poco el personal que nos dedicamos a la atención de pacientes con dolor y cuidados paliativos en México, por una parte, los recursos humanos, por otra la designación presupuestal, y por la otra parte que existamos dentro de todas las unidades de atención hospitalaria”