Son los días previos a la celebración del Día de Muertos y en el Mercado de Jamaica la baja de contagios y muertes por la pandemia de Covid-19 ha resucitado las ventas en la verbena que cada año se coloca en los costados del lugar para esta tradicional celebración.
Pese a que el país vive una histórica alza de precios, el gusto de las personas por conservar una de las fechas más emblemáticas de México hace que las ventas recobren vida en cada uno de los locales del mercado.
Sus pasillos, aromatizados con el copal que sale de pequeños braseros, tienen un ambiente de fiesta; atrás quedó el amargo recuerdo del cierre del mercado en el primer año de la pandemia y las bajas ventas de hace un año.
Los puestos —con una gran diversidad de calaveras, Catrinas, papel picado y dulces típicos— crean un mosaico multicolor de la celebración de Día de Muertos. Aquí, la nostalgia de la pérdida de un ser querido converge con la alegría de su visita cada 1 y 2 de noviembre.
En uno de estos puestos, Iván y su familia compran papeles picados de diversas figuras, escogen entre risas la mejor forma y color, pues éstos adornarán su ofrenda: “Es la mejor fiesta del año. Nosotros ponemos la ofrenda grande porque así nos enseñaron. Así recordamos a nuestros antepasados. Es por las tradiciones, además de ser la mejor fiesta que tiene México”.
En la romería no sólo Iván disfruta del mosaico de colores de los puestos, también decenas de personas que en un vaivén por sus estrechos pasillos cargan entre risas flores de cempasúchil, calaveras de azúcar o Catrinas de papel maché de tamaño natural. Algunos recorren el mercado con sus hijos, otros en pareja degustan de las decenas de alimentos que ofrecen los vendedores o en conjunto eligen algún disfraz.
En uno de los puestos, Monserrat, quien lleva vendiendo 18 años papel picado junto a su familia, dice que las ventas han mejorado a diferencia de los dos años pasados, ya que la gente se ve de mejor ánimo, pese a que los precios han subido hasta 20%.
“Las ventas han mejorado a diferencia de los dos años pasados, la gente se ve contenta. Aunque muchas cosas subieron de precio como en nuestra mercancía, al menos un 20%, no podemos darla más cara, ya que no nos comprarían, por eso buscamos dar un precio accesible”, explica.
Así como ella, Javier, quien lleva 18 años ofreciendo calaveras de azúcar, comenta que las ventas han mejorado en comparación con los años pasados y se lo atribuye a que las nuevas generaciones buscan conservar una tradición que les han dejado sus padres y abuelos.
“La venta va mejor que el año pasado, la gente se ve alegre por poner su ofrenda. Por eso, nosotros mantenemos los mismos precios del año pasado para que vengan y disfruten de esta tradición. Vienen los hijos de los abuelitos o de sus papás que se fueron y los hijos se van alegres de poder conservar bella tradición”, dice.
Esa misma tradición es la que llevó a Francisco a trabajar las calaveras de papel maché cerca de 36 años y las cuales hoy oferta en el Mercado de Jamaica junto a su madre. Él explica que pese al alza de precios, ellos tratan de mantener los costos de años pasados, pues después de la pandemia la economía de las familias mexicanas quedó resentida.
“Hay mejor venta que el año pasado; sin embargo, nosotros no podemos subir los precios, ya que las familias quedaron resentidas por la pandemia.
“Buscamos dar el mismo precio que en años pasados, ya que esta fiesta es ancestral y queremos enseñarles a los que vengan detrás de nosotros las tradiciones mexicanas”, explica.
Así, vendedores y compradores en el Mercado de Jamaica hacen renacer el Día de Muertos, pues, a más de dos años de que inició la pandemia de Covid-19 y pese a que este 2022 se ha registrado una notoria alza en los precios, la Fiesta de Todos los Santos se niega a morir.
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