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Integrantes de las Fuerzas Armadas detectaron tres aeronaves militares espías de Estados Unidos que han sobrevolado —fuera del Espacio Aéreo Mexicano— los límites de nuestro país y que, entre sus principales funciones, se encuentra la intercepción de comunicaciones.
Dos de ellos han sobrevolado el área de la península de Baja California y, recientemente, se detectó un tercer avión modelo U-2 que sobrevoló parte de la franja fronteriza con México desde Florida, pasando por los estados de Tamaulipas, Coahuila y finalizó su recorrido por Ciudad Juárez, Chihuahua.
La aeronave U-2 es conocida como La Dama Dragón, pues tiene capacidad para realizar misiones de espionaje aéreo encubiertas. Incluso puede volar a más de 21 mil metros de altura, lo que le permite evitar la mayoría de los sistemas de defensa aérea. Por esto, dentro del gobierno federal hay preocupación sobre posibles operaciones militares directas dentro de territorio mexicano, con este y otro tipo de aviones de reconocimiento y vigilancia, algunos de los cuales fueron ubicados, como lo aseguró el martes el secretario de la Defensa Nacional, el general Ricardo Trevilla Trejo.
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Según un reporte de alto nivel al que tuvo acceso EL UNIVERSAL, las autoridades mexicanas tienen claro que una eventual intervención directa de Estados Unidos en litorales, espacio aéreo o territorio mexicano podría afectar las relaciones bilaterales entre ambos países.
Este martes, esta casa editorial publicó que Estados Unidos ha incrementado la vigilancia a los cárteles mexicanos y el trasiego de drogas, con base en información proporcionada por los narcotraficantes Ismael El Mayo Zambada y Ovidio y Joaquín Guzmán, Los Chapitos, la cual fue revelada a este diario por una fuente del Departamento de Justicia estadounidense.
Para el gobierno federal, el presidente Donald Trump puso en marcha una estrategia de vigilancia aérea para controlar el espacio marítimo y la lucha contra el narcotráfico y el tráfico de migrantes.
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Lo anterior implica el monitoreo y disuasión de actividades ilícitas en aguas internacionales aledañas a México sin violar su soberanía, lo que hasta el momento no ha ocurrido ni con los vuelos espías ni con los tres buques de la Marina de Estados Unidos detectados frente a la península de Baja California, de acuerdo con lo dicho por las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina, respectivamente.
Las autoridades mexicanas consideran que la vigilancia marítima y aérea de las fuerzas militares estadounidenses se mantendrá de manera constante para incrementar la recopilación de información de inteligencia y disuadir el tráfico de drogas, armas y migrantes, esperando que no se violen el mar territorial ni el Espacio Aéreo Mexicano.
De acuerdo con la información difundida hace unos días, Estados Unidos realizó 18 misiones de espionaje en las últimas dos semanas, utilizando aeronaves tipo P-8 de la Marina Armada, U-2 y RC-135 de la Fuerza Aérea, con capacidades avanzadas para capturar imágenes y señales de comunicaciones.
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Uno de los aviones que la Fuerza Aérea de Estados Unidos empleó para espiar a los cárteles es el Boeing P-8A Poseidón, una patrulla marítima de guerra antisubmarina, cuya función principal es el monitoreo de embarcaciones en altamar, detección de embarcaciones de bajo perfil y semisumergibles.
Tiene capacidad para identificar patrones de navegación sospechosos y rastrear embarcaciones rápidas, semisumergibles y pesqueras modificadas para el contrabando. Además, tiene sensores infrarrojos para identificar cargamentos sospechosos a bordo de embarcaciones y sonoboyas en caso de que las redes criminales utilicen submarinos artesanales. Asimismo, utilizó la aeronave RC-135 Rivet Joint, cuya función principal es la interceptación de comunicaciones de redes criminales para mapear rutas y operaciones.
Se desplegó a gran altitud fuera del Espacio Aéreo Mexicano para recolectar señales de radiofrecuencia utilizadas por narcotraficantes y traficantes de migrantes, según el reporte de alto nivel.
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Dicha aeronave también tiene capacidad para intervenir comunicaciones satelitales y de radio de embarcaciones y aeronaves que operan fuera de la línea de radar costero, además identifica patrones de comunicación entre embarcaciones y operadores en tierra.
El avión RC-135 Rivet Joint se posiciona a gran altitud para interceptar comunicaciones y mapear redes criminales, y con base en la inteligencia recopilada por la aeronave y el Poseidón se priorizan objetivos para realizar operaciones contra redes criminales. Las fuerzas militares estadounidenses también usaron un avión KC135T Stratotanker, de apoyo logístico para extender operaciones en las áreas de interés.
Así como una aeronave KC-46A Pegasus, de reabastecimiento y comunicaciones avanzadas.
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Según el reporte, con base en la información de inteligencia recopilada por el RC-135 y el P-8A, se priorizan objetivos de interdicción y el KC-46A Pegasus asegura la transmisión de información a los centros de comando en tierra.
Para México, los cárteles son organizaciones comerciales.