Además de drones artillados, artefactos explosivos improvisados y cientos de cámaras de videovigilancia, el gabinete de seguridad federal, así como autoridades locales, detectaron que en la lucha entre Los Chapitos y Los Mayos en Sinaloa se utilizan antenas perturbadoras o jammers semifijos para bloquear las señales de celulares en un radio aproximado de 500 metros a la redonda e inhabilitar la comunicación en las zonas que atacan.
Especialistas en ciberseguridad y seguridad nacional detallan a EL UNIVERSAL que los jammers sirven principalmente para bloquear las señales de telefonía celular y son fáciles de adquirir en tiendas estadounidenses de comercio electrónico. En Sinaloa se concentra la erradicación de jammers. En marzo y abril de este año, en los municipios de San Ignacio y Cosalá, fueron localizadas cinco antenas, y en Caborca, Sonora, tres.
El 23 de marzo, elementos de la Secretaría de Marina (Semar) deshabilitaron en Cosalá dos jammers y campamentos, posiblemente de Los Mayos. Los hechos ocurrieron durante recorridos disuasivos aéreos en el poblado.

Estos equipos, a pesar de estar prohibidos de acuerdo con la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, se pueden conseguir en el mercado negro con diversos alcances. Los precios oscilan entre 200 y 50 mil dólares. En TikTok hay asimismo referencias a la forma de utilizar las antenas inhibidoras portátiles. Óscar Morales, maestro en seguridad, explica que todos los dispositivos electrónicos, por ejemplo celulares, WiFi y Bluetooth trabajan en frecuencias diferentes y el jammer genera una frecuencia que las interrumpe. Indica que hay antenas perturbadoras pequeñas con varias antenas, porque cada una de ellas cuenta con diferentes frecuencias y generan una más alta, es decir, si hay WiFi y se activa el jammer, la señal no llega al celular por la interferencia que existe.
Enrique Poceros, especialista en ciberseguridad, señala que este sistema se emplea a nivel penitenciario con la finalidad de inhibir la señal de celular dentro de los centros de reclusión.
Abunda que en los últimos años se ha visto que este tipo de dispositivos los utiliza el crimen organizado, por ejemplo para robar vehículos pesados.
“Esto para inhibir o bloquear la señal de rastreo, por ejemplo, de vehículos de transporte pesado. Este tipo de mecanismos o de métodos de perturbación se ven mucho en las autopistas, como puede ser la México-Veracruz.
“En la parte de Puebla-Veracruz-Tlaxcala, ahí se utiliza mucho este tipo de dispositivos para inhibir la señal de los celulares o de los sistemas GPS (Sistema de Posicionamiento Global) que tienen los camiones”, enfatiza el director de tecnología en Roue Consultores,
Refiere que el GPS es satelital para identificar la ubicación del tráiler o del transporte, pero esa ubicación la envía a través de una señal celular, por lo que al cortarse la comunicación la central pierde visibilidad de dónde está la unidad. Poceros dice que se han desarrollado opciones para evitar que se bloquee el monitoreo en tiempo real por el GPS de los vehículos de carga o de pasajeros, pero es costoso al enviar la señal por satélite y puede ser poco efectivo en determinados puntos.
Gerardo Rodríguez Sánchez, especialista en seguridad nacional, comenta que Sinaloa es una zona histórica de elaboración de droga vinculada con el Cártel del Pacífico, y en esta ocasión con la producción que controlan los hijos de El Mayo Zambada, La Mayiza.
Considera que se han intensificado tanto los aseguramientos de droga como las capturas con inteligencia de las Fuerzas Armadas del país y de Estados Unidos.
Alexei Chévez, consultor en seguridad pública, asevera que los jammers inmovilizan las capacidades de comunicación y de recepción de datos a nivel celular. También hay inhibidores de radio, destaca.
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Consultado sobre qué células delictivas los operan, el especialista señala que quienes se han caracterizado por el uso de tecnología de punta son los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
“Se puede adquirir en tiendas de Estados Unidos, claro que al requerir una tecnología más avanzada cuesta de 50 mil a 200 mil dólares con proveedores especializados. Muchos de ellos de Israel o India”, puntualiza Chévez.
El 25 de enero de 2020 entró en vigor el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación por el que se reformó la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR) y el Código Penal Federal (CPF) para prohibir la utilización de jammers.
Mediante la adición del artículo 190 Bis a la LFTR quedó prohibida la fabricación, comercialización y adquisición, así como la instalación, portación, uso y operación de equipos que bloqueen, cancelen o anulen las señales de telefonía celular, de radiocomunicación o de transmisión de datos o imágenes.
El artículo 168 ter del Código Penal Federal detalla que se sancionará con penas de 12 a 15 años de prisión a quien fabrique, comercie, adquiera, instale, porte o use equipos que bloqueen, cancelen o anulen las señales de telefonía celular.