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Con un ¡Goya! el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue celebró la entrega de 200 mil libros a estudiantes de primer ingreso a bachillerato, pues señaló que los libros son una puerta abierta para descubrir nuevas cosas, para imaginar universos distintos, para pensarse en otras circunstancias; dejan enseñanzas para toda la vida.
Entre las obras emblemáticas entregadas a los jóvenes destacan Épica náhuatl, de Ángel María Garibay; Ética y feminismo, de Graciela Hierro; y La escuela como espacio de utopía, de Rafael Mondragón. También títulos como 100 años de pintura en la Universidad Nacional, Sazones y andanzas por el Centro Histórico, así como ejemplares de la reconocida revista de divulgación científica ¿Cómo ves?.
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Al encabezar la ceremonia simbólica de entrega de libros en donación a alumnas y alumnos de nuevo ingreso del bachillerato universitario, el rector llamó a los jóvenes a enriquecer gradualmente sus bibliotecas, a descubrir qué obras se convertirán en sus “tesoros” y tendrán diversos significados en las distintas etapas de su vida.
En el Centro de Exposiciones y Congresos UNAM, donde se realiza la V Feria Internacional de las Universitarias y los Universitarios (FILUNI), también felicitó a las y los nuevos estudiantes por ingresar al bachillerato más preciado de todo el país, a este sistema de educación media superior del cual la Universidad Nacional está muy orgullosa, aseveró.
En su oportunidad, la coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, Rosa Beltrán Álvarez, informó que, gracias al esfuerzo de diversas dependencias universitarias, este año se obsequian 192 mil 500 obras, audiolibros y revistas a 35 mil alumnas y alumnos de nuevo ingreso de los nueve planteles de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) y los cinco del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH).
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La entrega simbólica, efectuada en ocasión de la FILUNI, forma parte de la bienvenida y es una manera de abonar en la construcción de sus bibliotecas personales, que los acompañarán a lo largo de su formación académica y cultural.
“Aportar al desarrollo de la pasión por la lectura, ofrecer estas ‘naves- libros’ en que la comunidad joven de la UNAM viajará, es nuestra mayor satisfacción”, sostuvo Beltrán Álvarez.
Los libros, insistió, son fuente inagotable de conocimiento y entretenimiento, inspiración, reflexión, creatividad y emoción; plantean problemas y soluciones, nos hablan y nos escuchan, nos cuestionan y nos responden. “Leemos para saber que no estamos solos”. Sin ellos, la vida académica que los jóvenes inician en la Universidad de la nación es impensable.
En la ceremonia, en la que estuvo también la coordinadora de Humanidades, Guadalupe Valencia García, la directora general de la Escuela Nacional Preparatoria, María Dolores Valle Martínez, agradeció la donación de textos que se puede considerar una naciente tradición en la UNAM.
“Con estas donaciones nuestra máxima casa de estudios desea compartir el conocimiento, estimular la curiosidad científica, incitar a la lectura, así como fortalecer o iniciar la biblioteca personal de una nueva generación de jóvenes universitarios”, dijo.
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tjm