Tulum, Quintana Roo.- “Nos la peló el huracán”, piensa Fernando Balcazar, quien asegura que ya sabía que Beryl no devastaría Quintana Roo y platicó a EL UNIVERSAL que la noche de ayer hubiera dormido tranquilo sino fuera porque tenía calor porque el ventarrón provocado por el huracán no lo espantó.
Fernando y su esposa se encargan de cuidar un autolavado y sus dos hijos vigilan otro. La noche del jueves el hombre tabasqueño colgó una hamaca para “su chalán” en el patio, sin preocupación, pues dijo que ellos han vivido peores fenómenos meteorológicos.
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“Lo estábamos esperando en categoría 5, pero gracias a Dios bajó a categoría 2 con rachas de 120 a 130 kilómetros por hora. Siempre estuve esperando en Dios que no pegara tan fuerte.
“A mis años que llevo he vivido otros huracanes y es el primero que viene en su paso dejando todos los pueblos destrozados, pero cuando llegó acá bajó”, narró a EL GRAN DIARIO DE MÉXICO.
Además de que considera que el impacto no fue catastrófico, aseguró que no perdió la vida porque su casa es de concreto. “Una categoría 4 o 5 si hubiera dejado muertos, casas caídas, pero eso lo dejamos en manos de Dios. No nos pasó nada”, dijo mientras contemplaba la cola del huracán bajo la lluvia en su autolavado.
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