Aunque las becas económicas que se destinan a los estudiantes son necesarias para evitar el abandono escolar, especialistas en temas educativos afirman que éstas por sí solas no son suficientes para cumplir con tal propósito, dado que necesita mejorarse la calidad de la oferta educativa.
“La deserción escolar no sólo depende del tema económico, claro que es importante, pero normalmente el abandono está ligado también con elementos estructurales del sistema educativo, con la calidad de la oferta educativa. Existen investigaciones y estudios que se han hecho en México y en otros países que dan cuenta de que necesitas trabajar de manera integral en la mejora de la oferta educativa, además de contar con becas; es decir, si no cambian las condiciones estructurales del sistema, varios estudiantes se van a seguir yendo”, asegura Arcelia Martínez, académica del Departamento de Educación de la Universidad Iberoamericana.
Para 2025, el gobierno federal destinó 78 mil 840 millones de pesos para la Beca Rita Cetina, que en una primera fase se otorga a alumnos de secundaria, para después extenderse a los estudiantes de primaria.
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Martínez señala que tanto en la educación secundaria como en media superior existen problemas de relevancia, tales como el currículum educativo, la infraestructura y la calidad de la oferta educativa.
“Si se quiere evitar la desafiliación escolar se debe mejorar la infraestructura educativa, los niveles de aprendizaje como aprovechamiento escolar, y se requiere trabajar fuertemente en quién está a cargo de los niños y adolescentes. Además, se tienen que mejorar las condiciones del magisterio.
“No es suficiente tener becas, sino que la experiencia escolar sea de aprendizaje, que haya gusto por ir a la escuela y que haya aprendizajes, que haya capacidad para entender los conocimientos que impartan los maestros”, reitera.
La académica insiste en que las becas educativas tienen que complementarse con otras políticas de mejora educativa, como infraestructura, conectividad, equipamiento, proceso de enseñanza y de aprendizaje, que está ligado con los profesores.
Alejandra Luna Guzmán, también académica del Departamento de Educación de la Ibero, refiere que la desafiliación escolar es un fenómeno que crece inicialmente en secundaria y se recrudece en media superior.
“Las becas responden a la primera causa identificada como motivo, las necesidades socioeconómicas; sin embargo, la Encuesta Nacional de Deserción en la Educación Media Superior destaca como segunda causa (...) que ‘no le gusta estudiar’, la siguiente es que ‘no le entiende a su maestro’ y pocos lugares más abajo está el embarazo”, menciona.
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Fernando Ruiz Ruiz, especialista en temas educativos, dice que la más reciente evaluación del desaparecido Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) destaca que las becas no tienen impacto sobre el abandono en las escuelas de zonas de alta marginación, en donde las condiciones de la comunidad y el contexto familiar tienen un peso mayor al de las becas.
“Esto significa que la Secretaría de Educación Pública (SEP) debe destinar importantes recursos para resolver los problemas de las familias rurales y no destinarlo todo a becas universales, en especial considerando que cada vez se invierte menos del gasto programable en la educación. Por ejemplo, programas que fortalezcan las capacidades escolares de acompañamiento para el aprendizaje, becas de manutención o para proporcionar transporte gratuito”, puntualiza.
Menciona que ese informe resalta que las becas económicas tienen más impacto en el nivel de secundaria y también registraron que tiene impacto en las zonas de alta marginación.
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“Eso fue lo que la SEP ha estado resaltando, que gracias a estas becas está reduciéndose el abandono. Y esto no es del todo cierto. Estos datos lo que nos dicen es que solamente un uso bien pensado de las becas sí pueden tener un efecto mucho más importante y sobre todo con un uso más racional de los recursos”, subraya.
Expone que las becas que anteriormente se manejaban también estaban pensadas y diseñadas para mejorar los aprendizajes, los niveles de logro y la eficiencia terminal de las instituciones. “Y estas becas, como la Rita Cetina no están logrando eso, solamente están teniendo un impacto positivo en ciertas escuelas, no en todas”.