En el marco de la conmemoración del 58 aniversario de la Aplicación del Plan DN-III- E, el general de División Diplomado de Estado Mayor, Celestino Ávila Astudillo, dijo que la cultura de protección civil, así como la prevención y respuesta a los fenómenos meteorológicos demandan una colaboración estrecha entre las autoridades, organizaciones y la sociedad.
En el Campo Militar Estratégico Conjunto, en Santa Lucía, Estado de México, el general manifestó que la experiencia obtenida a través de los diversos acontecimientos que se han presentado en el territorio nacional, conlleva para el Ejército una evolución en crecimiento.
Ante cientos de elementos de diversas áreas de auxilio a la población, entre ellos: paracaidistas, Policía Militar, binomios canófilos y rescate multipropósito, entre otros, el comandante Ávila Astudillo señaló que hace 58 años la creación del Plan DN-III-E fue un instrumento que nació en solitario para hacer frente a los desastres naturales y a sus afectaciones.
Detalló que el 16 de junio de 2023 se formó orgánicamente una unidad especializada denominada Batallón de Atención de Emergencias (BAE), que se integró con personal seleccionado para socorrer a las personas afectadas por algún desastre de origen natural en el país.
El general comentó que, como parte de las actividades programadas en la estructura de la Conferencia de Ejércitos Americanos, dan inicio a un ejercicio de planeamiento denominado Operación Péekáamba, cuyo significado en la cultura maya es “terremoto”.
La finalidad es establecer un mecanismo de cooperación multinacional y estandarización de protocolos en el que mediante un simulacro de sismo se coordinen las acciones de ayuda humanitaria.
“Sigamos adelante con la misma dedicación y espíritu de servicio que nos caracteriza, sigamos trabajando unidos sociedad, autoridades y ejército somos más fuertes juntos. Juntos somos la gran fuerza de México”, precisó.
Al concluir el evento, el soldado de infantería Marco Enríquez Escamilla, manejador del pastor alemán Calavera, comentó a EL UNIVERSAL que brindan apoyo en casos de desastres naturales como terremotos, inundaciones e incendios, entre otros.
“El Plan DN III-E consiste como binomio canófilo en búsqueda y rastreo de personas, por ejemplo, en un terremoto necesitamos a un perro y manejador especializado… el curso comprende cuatro meses para tener adestramiento”, refirió.
Externó que como manejadores caninos aprenden a prevenir cualquier síntoma que tenga el elemento canino; “estar al pendiente de golpe de calor, deshidratación, y nos encargamos de su aseo, alimentación y se les ejercita 20 minutos diarios”.