Aunque diferentes facultades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ya fueron fumigadas, alumnos demandan a las autoridades de la institución sanitizar de forma permanente y continua los inmuebles pues todavía han visto nidos de chinches y presentan mordeduras de este insecto.
En un recorrido y posterior sondeo que EL UNIVERSAL realizó por Ciudad Universitaria, los estudiantes manifestaron sentirse vulnerables ante la infestación en las aulas. Además, expresaron su preocupación al acusar que las autoridades no han tomado en serio el asunto.
Apenas este lunes, fumigaron las instalaciones de la Facultad de Derecho, donde Rodrigo estudia el primer semestre. El martes por la mañana al acudir a una de sus clases, sintió comezón por varias partes del cuerpo, y al ver su brazo vio con horror que traía algunas chinches en el brazo izquierdo, incluso en su pantalón de mezclilla.
De 18 años de edad, el joven cuenta que sin importarle interrumpir su clase, salió y corrió al baño para desvestirse y para su sorpresa, vio que traía varios insectos de esos adheridos a su piel. Uno a uno, se los fue quitando para matarlos estrellándolos entre las uñas de sus pulgares.
“Me dio mucho asco, pero lo tuve que hacer para no llevarme uno de estos insectos a mi casa”, dijo en una plática con este medio.
El joven es uno de los estudiantes unamitas que convocó este miércoles a sus compañeros para exigir a la dirección del plantel que las clases se impartan vía Zoom, mientras se fumiga a profundidad la escuela.
“De ninguna manera queremos irnos a paro. Sólo buscamos que las autoridades tomen más en serio la existencia de esta plaga para que se contrate a un equipo experto para fumigar las instalaciones”, señaló.
Platicó que a raíz de su experiencia con las chinches, adquirió un repelente de chinches que utiliza antes de subir al transporte público o incluso antes de entrar a un salón de clases de su facultad.
“Esa experiencia fue para mí muy desagradable. Es repugnante sentir cómo estos insectos recorren tu piel. Por eso estoy aquí ahora exigiendo que se realicen fumigaciones seguidas, para evitar que alguien viva la repugnante experiencia que yo”.
En la Facultad de Química, Evelyn, quien va por terminar el tercer semestre, decidió dejar de subirse al Pumabus, pues ha visto como las chinches le caminan en el cabello y la ropa a sus compañeros.
“No quisiera a veces tampoco usar el Metro porque me da cosa que se me suban las chinches, pero tenemos que venir porque hay clases que requieren de nuestra presencia en laboratorios, solo por eso, pero yo preferiría tomarlas por Zoom mientras nos dicen si en serio ya no hay chinches.
“Me pongo repelente, traigo botas, lavo diario mi ropa y no me quito la bata para que no se me suban. No es mentira porque las he visto y a varios de mis compañeros les picaron. Las autoridades han respondido, pero hubiera sido mejor cancelar clases porque nos exponen al químico que echan y a que nos piquen o que las llevemos a nuestra casa”, detalló a EL UNIVERSAL.
A unos metros, en la Facultad de Medicina, Any, Karime y Elena, de primer semestre, coinciden en que es necesario tomar unos días de receso ante la supuesta plaga pues entre la desinfección de edificios y los nuevos casos de mordedura de chinches, se sienten vulnerables.
“Hemos visto a varios de nuestros compañeros con los brazos y las piernas rojas. Yo, por ejemplo, me pongo manga larga porque me preocupa que se me suban al cabello y no quisiera venir, pero tenemos un examen muy importante, entonces sería bueno que fumiguen otra vez”, pidió Any.
Insistieron en que es importante pausar las actividades en Ciudad Universitaria pues el alumnado está en tránsito constante en sistemas de transporte colectivo de la ciudad por lo que podrían transportar a las chinches fuera del campus.