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Moscú.— El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó ayer el tiroteo en una sala de conciertos de un centro comercial a las afueras de Moscú, que causó “más de 60 muertos” y 145 heridos, según la agencia Amaq, órgano de propaganda de la organización. Funcionarios estadounidenses también dijeron que creen que el EI fue el responsable. La cifra de decesos podía aumentar.
Occidente había advertido al gobierno ruso sobre un posible ataque, ante lo que el mandatario ruso, Vladimir Putin, respondió que era un “obvio chantaje e intento de intimidación y desestabilización de nuestra sociedad”. Putin habló con autoridades de seguridad sobre el ataque en Moscú.
El 7 de marzo, el Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia dijo que había impedido un ataque a una sinagoga en Moscú que estaba planeando una célula del EI.
El ataque se produjo tras una declaración emitida a principios de este mes por la Embajada de EU en Moscú que instaba a los estadounidenses a evitar lugares concurridos en la capital rusa en vista de los planes “inminentes” de los extremistas de atacar grandes reuniones en Moscú, incluidos conciertos. La advertencia fue repetida por varias otras embajadas occidentales.
Cuando se le preguntó sobre el aviso de la embajada emitido el 7 de marzo, uno de los portavoces de la Casa Blanca, John Kirby, remitió la pregunta al Departamento de Estado y agregó: “No creo que eso estuviera relacionado con este ataque específico”.
La masacre está siendo investigada como un acto terrorista, según el Comité de Investigación de Rusia.
El Ministro de Salud de Rusia, Mikhail Murashko, dijo que 115 personas están en el hospital, cinco de ellas son niños; además, 60 de las víctimas se encuentran en estado grave, añadió. Las autoridades rusas dijeron que se ha reforzado la seguridad en los aeropuertos, las estaciones de ferrocarril y el extenso sistema del Metro de Moscú. El alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, canceló todas las reuniones masivas y los teatros y museos cerraron el fin de semana. Otras regiones rusas también reforzaron la seguridad.
Irrumpen y disparan contra la multitud
Varios asaltantes irrumpieron en una gran sala de conciertos en Moscú y dispararon contra la multitud. También prendieron fuego al recinto. La guardia nacional rusa participa en la búsqueda de los atacantes, cuya identidad aún no se ha determinado. El alcalde de Moscú describió el ataque como una “enorme tragedia”. El ataque, que dejó la sala de conciertos en llamas y con el techo derrumbándose, fue el más mortífero en Rusia en años y se produjo cuando la guerra del país en Ucrania sigue de forma intensa.
Las autoridades lograron evacuar a 100 personas escondidas en el sótano. El ataque tuvo como objetivo el Ayuntamiento de Crocus, un gran local de música en el extremo occidental de Moscú, según el Servicio Federal de Seguridad de Rusia.
Los agresores arrojaron explosivos, lo que provocó un incendio masivo en la sala, con capacidad para 6 mil personas, según los medios de comunicación rusos. Un video desde el exterior mostró el edificio en llamas. Varios helicópteros de bomberos sobrevolaban el lugar para arrojar agua sobre el incendio.
La fiscalía mencionó que varios hombres vestidos con uniformes de combate entraron a la sala de conciertos y dispararon. Videos mostraban hasta cuatro atacantes. Los guardias de la sala no tenían armas y algunos podrían haber muerto al comienzo del ataque, informaron los medios rusos. Algunos medios sugirieron que los agresores huyeron antes de que llegaran las fuerzas especiales y la policía.
México ofrece apoyo a connacionales
El gobierno de México reportó que no cuenta con información de víctimas mexicanas en la masacre.
La canciller mexicana, Alicia Bárcena, publicó en X que está “atenta y en contacto constante” con el embajador mexicano en Rusia, Eduardo Villegas, para apoyar a los mexicanos y sus familias que así lo requieran en ese país.
Ucrania se deslindó del ataque y la inteligencia militar ucraniana (GUR) atribuyó la masacre a una “operación planeada por los servicios especiales del Kremlin”. Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, dijo que “en este momento descartaría cualquier conexión con Ucrania”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, y el Consejo de Seguridad del organismo condenaron “en los términos más fuertes” el “ataque terrorista”.