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Moscú.- Siete personas murieron y otras dos se encuentran heridas de gravedad tras caer al río el autobús en el que viajaban desde un puente en el centro de San Petersburgo, según informan los servicios de emergencia.
"El número de muertos como resultado de la caída del autobús en el río Moika ha ascendido a siete", informó el CIR en su canal de Telegram.
Antes el Ministerio para Situaciones de Emergencia de Rusia había informado de que tres personas habían muerto, cuatro se encontraban "clínicamente muertas" y otras dos se encontraban muy graves
En total, los buzos sacaron a nueve personas del autobús hundido a través de las ventanas y en algunos casos reanimaron a los heridos en el mismo techo del vehículo.
El conductor y una decena de ocupantes del vehículo -había aproximadamente una veintena de pasajeros- pudieron abandonar el autobús por sus propias fuerzas, lo que, a la postre, les salvó la vida.
Según el diario digital Fontanka, los buzos lograron sacar los cuerpos de algunos de los pasajeros a través de las ventanas del autobús siniestrado.
La temperatura del agua en los canales de la ciudad báltica es más baja de lo habitual, ya que estos días Rusia es escenario de una ola de frío anómala para esta época del año. De hecho, varias personas que saltaron al agua para ayudar a los heridos admitieron que el agua estaba "gélida" y la visibilidad era prácticamente nula.
La Policía de la antigua capital zarista informó de que recibió la llamada de emergencia en torno a las 13.00 hora local.
Según el comité municipal de Transporte el conductor perdió el control del autobús, se llevó por delante a varios automóviles estacionados al borde de la calle y se precipitó contra el río.
Por ese motivo, el conductor del autobús ha sido detenido y el Ministerio del Interior adelantó que se ha iniciado un caso penal por imprudencia temeraria con más de dos muertos.
El autobús cayó al agua desde un puente de metal construido en el siglo XVIII, pero reconstruido a principios del siglo XX.
El conocido como Puente de los Besos se encuentra a escasa distancia del Teatro Marinski de la capital cultural de este país, conocida por sus numerosos canales.
Las autoridades investigan si el conductor se encontró mal antes del accidente, en el que el autobús estuvo a punto de colisionar con un barco que navegaba por el río.
También se abrió un caso penal contra la compañía de autobuses, que había sido multada en varias ocasiones, a lo que hay que sumar que la esposa del conductor denunció que ésta le había obligado a trabajar durante muchas más horas de las previstas.
El líder socialdemócrata en la Duma o cámara de diputados rusa, Serguéi Mirónov, expresó hoy su indignación porque el conductor fuera oriundo de Asia Central, y llamó a prohibir a los inmigrantes a trabajar en el transporte, al igual que en la educación, aunque el chófer tiene la ciudadanía rusa.
Según la prensa, entre los cuatro personas que se lanzaron al agua a salvar a los ocupantes del autobús había tres daguestaníes y un uzbeko.
mcc