París.— Líderes europeos se reunieron ayer en busca de una estrategia común para responder a los planes de Estados Unidos en la guerra Rusia-Ucrania. Sin embargo, aunque coincidieron en el tema de que se necesita una “defensa comunitaria” se mostraron divididos sobre la posibilidad de enviar tropas de paz.
“La seguridad de Europa está en un punto de inflexión. Sí, va de Ucrania pero también va sobre nosotros. Necesitamos una mentalidad de urgencia, necesitamos un impulso en defensa, necesitamos ambas cosas ahora”, escribió la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en X. “En París reafirmamos que Ucrania merece la paz a través de la fuerza. Paz respetuosa de su independencia, soberanía e integridad territorial, con fuertes garantías de seguridad”, reafirmaron Von der Leyen y el presidente del Consejo Europeo, António Costa.
“Necesitamos articular mecanismos mancomunados de la Unión Europea para poder financiar y aumentar nuestra capacidad de seguridad y de defensa”, subrayó el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez. Sin embargo, el envío de tropas de paz dividió a los asistentes. Sánchez consideró “prematuro” tratar esa posibilidad, ya que “todavía hay guerra” en Ucrania. “No se han dado todavía las condiciones de paz para pensar en ello”, insistió al término de la reunión. En la misma postura coincidió el canciller alemán, Olaf Scholz, para quien se trata del “momento erróneo” para tener un debate sobre las tropas europeas en Ucrania, ya que ese país sigue sumido en una “guerra brutal”.
Tampoco se mostró favorable el primer ministro polaco, Donald Tusk, que aseguró que Varsovia no planea “enviar soldados polacos a Ucrania”.
En el otro lado, el primer ministro británico Keir Starmer se mostró partidario de estudiar esta hipótesis, igual que han hecho otros países no presentes en París, como Suecia. “Europa debe desempeñar su papel y estoy dispuesto a considerar la posibilidad de comprometer fuerzas británicas en el terreno junto con otras si se llega a un acuerdo de paz duradero”, dijo Starmer.
La cita se produjo la víspera de la reunión que sostendrán hoy en Riad los responsables de Exteriores de Estados Unidos y Rusia, Marco Rubio y Serguéi Lavrov, que podría desembocar en una cumbre entre los presidentes Donald Trump y Vladimir Putin. Ucrania no tendría representación en este encuentro.
En ese sentido, los lídres europeos que hablaron tras salir del encuentro en el Elíseo coincidieron en que cualquier acuerdo debe implicar a Ucrania y debe ser duradero, para que no incite a Rusia a volver a las andadas en el futuro.
Sánchez se pronunció repetidamente contra “un cierre en falso” del conflicto, mientras que Scholz saludó que se vayan a producir contactos entre Estados Unidos y Rusia, pero recalcó que no puede permitirse que haya “una paz impuesta y que Ucrania tenga que aceptar lo que se le presente”.
“Se está hablando a espaldas de los ucranianos sobre los resultados de unas conversaciones que no se han producido, que Ucrania no ha consentido y en las que no está invitada a la mesa”, insistió el jefe del gobierno alemán.
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Tras la reunión, el presidente francés, Emmanuel Macron, habló por teléfono con su par ucraniano, Volodimir Zelensky, y defendió que los países europeos buscan “una paz sólida y duradera para Ucrania”, con “garantías de seguridad fuertes y creíbles”. Macron también habló con el presidente estadounidense, Donald Trump, informó la Casa Blanca, que describió la conversación como “amistosa”.
En entrevista con la cadena pública alemana ARD, Zelensky dijo, según la traducción de la entrevista, grabada el sábado en Múnich, que “EU está diciendo ahora cosas que son muy favorables a [Vladimir] Putin (...) porque quieren complacerlo. Quieren reunirse rápidamente y tener una victoria rápida. Pero, lo que quieren es simplemente un cese el fuego, no es una victoria”.
Trump conmocionó a sus aliados al anunciar la semana pasada que sostuvo un diálogo directo con Putin, como parte de un proceso para terminar con los combates en Ucrania. Zelensky afirmó que “no firmará cualquier cosa” y advirtió que lo que está en juego es “el destino” del Estado para las próximas generaciones y reiteró su rechazo a ceder parte de su territorio.