Washington. El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó este martes un decreto para reducir el impacto económico de los aranceles "superpuestos" sobre los fabricantes de automóviles.
La tarifa aduanera del 25% para un vehículo importado no se sumará al 25% aplicado al acero o al aluminio, dijo un funcionario del Departamento de Comercio.
Por el momento las piezas procedentes de Canadá y México quedan fuera de los aranceles si entran dentro del tratado de libre comercio de América del Norte T-MEC.
Fabricantes y analistas independientes han indicado que los aranceles podrían aumentar los precios, reducir las ventas y hacer que la producción en Estados Unidos sea menos competitiva a nivel mundial. Trump describió el cambio como un puente para que los fabricantes de automóviles trasladen más producción a Estados Unidos.
“Solo queríamos ayudarlos durante esta pequeña transición, a corto plazo”, dijo Trump a periodistas. "No queríamos penalizarlos".
El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, quien habló anteriormente en una conferencia de prensa en la Casa Blanca el martes, indicó que el objetivo era permitir que los fabricantes de automóviles crearan más empleos de manufactura nacional.
"El presidente Trump ha tenido reuniones con productores de automóviles tanto nacionales como extranjeros, y está comprometido a traer de vuelta la producción de automóviles a Estados Unidos", afirmó Bessent. "Así que queremos dar a los fabricantes de automóviles un camino para hacerlo, de manera rápida, eficiente y creando tantos empleos como sea posible".

Bajo la enmienda publicada, que alude a la proclamación del 26 de marzo de 2025 que establece un arancel del 25% sobre algunas partes importadas, si dichas partes representan 15% del valor total de un automóvil montado en Estados Unidos y el arancel sobre esas piezas es del 25%, el gobierno aplicará un reembolso equivalente al 3.75% del valor total del vehículo para los ensamblados en el país entre el 3 de abril de 2025 al 30 de abril de 2026.
La compensación equivaldrá al 2.5% para aquellos montados desde el 1 de mayo de 2026 al 30 de abril de 2027.
Un funcionario del Departamento de Comercio explicó, durante una llamada con periodistas, que los reembolsos darán a las automotrices tiempo para trasladar a Estados Unidos la producción de piezas que ahora está fuera del país. Los reembolsos estarían disponibles para empresas nacionales y extranjeras con plantas de automóviles en Estados Unidos.
El funcionario del Departamento de Comercio indicó que los fabricantes de automóviles le dijeron a Trump que el tiempo adicional les permitiría acelerar la construcción de nuevas fábricas, después de advertir que les llevaría tiempo cambiar sus cadenas de suministro. El funcionario dijo que las automotrices anunciarían el próximo mes turnos adicionales para los trabajadores, nuevas contrataciones y planes para nuevas instalaciones.
El presidente de Stellantis, John Elkann, dijo en un comunicado que la compañía aprecia las medidas de alivio arancelario del presidente.
"Si bien seguimos evaluando el impacto de las políticas arancelarias en nuestras operaciones en América del Norte, esperamos continuar nuestra colaboración con la administración estadounidense para fortalecer una industria automotriz estadounidense competitiva y estimular las exportaciones", manifestó.

La CEO de General Motors, Mary Barra, señaló que la empresa estaba agradecida por el apoyo de Trump a la industria, y dijo que la compañía espera sostener conversaciones con el presidente y trabajar con la administración.
"Creemos que el liderazgo del presidente está ayudando a nivelar el campo de juego para empresas como GM, y nos permite invertir aún más en la economía de Estados Unidos", dijo Barra en un comunicado.
Jim Farley, presidente y director general de Ford Motor Company, enfatizó que su empresa hace más que sus pares para fabricar a nivel nacional.
"Continuaremos trabajando estrechamente con la administración para apoyar la visión del presidente para una industria automotriz saludable y en crecimiento en Estados Unidos", dijo Farley. "A medida que se implementen las políticas correctas, será importante que los principales importadores de vehículos igualen el compromiso de Ford de construir en Estados Unidos. Si cada empresa que vende vehículos en Estados Unidos igualara la proporción de fabricación estadounidense de Ford, se ensamblarían 4 millones más de vehículos en Estados Unidos cada año".
Pero cambiar de dirección no ayuda a una industria que prospera con la estabilidad, señaló Sam Fiorani, analista de la firma de pronósticos empresariales AutoForecast Solutions.
"Encontrar una manera de que la industria automotriz vuelva a funcionar tiene que ser primordial en esto", explicó Fiorani. “Los aranceles no han considerado esta industria, la forma en que funciona, y esperan que pueda reubicar la producción en un abrir y cerrar de ojos. Simplemente, no funciona de esa manera”.
"Hacer un cambio de producción para la fabricación de vehículos lleva como mínimo meses, y generalmente años, junto con cientos de millones, si no miles de millones de dólares", agregó. "Y por lo tanto, no es algo que tomen a la ligera".
The Wall Street Journal informó los detalles de las acciones en primera instancia. La cuenta de Respuesta Rápida de la Casa Blanca en X dijo que Trump firmó una orden el martes por la tarde para evitar que sus diversos aranceles se acumulen sobre los impuestos existentes sobre automóviles y autopartes importados.
Los aranceles impuestos por Trump fueron vistos por algunos como una amenaza existencial para el sector automotriz. Arthur Laffer, a quien Trump otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad durante su primer mandato, dijo en un análisis privado que los aranceles sin modificaciones podrían agregar 4 mil 711 dólares al costo de un vehículo.
Los vehículos nuevos se vendieron a un promedio de 47 mil 462 dólares el mes pasado, según el recurso de compra de automóviles Kelley Blue Book. Los aranceles estresan la cadena de suministro automotriz, una red compleja que abarca todo el mundo. No solo muchas piezas de automóviles cruzan las fronteras de América del Norte varias veces antes de ser ensambladas en un vehículo terminado, los fabricantes dependen de proveedores de todo el mundo para miles de componentes.
Los aumentos de impuestos ciertamente costarían más a los compradores de autos nuevos, llevándolos al mercado de vehículos usados y rápidamente agotando la disponibilidad de autos de segunda mano. Los aranceles también impactan el costo de dar mantenimiento a un vehículo.
Trump ajusta aranceles para apoyar fábricas en EU
Las modificaciones llegan mientras Trump cumple 100 días en la Casa Blanca y el martes planeaba estar en Michigan, un estado definido por la manufactura automotriz. El republicano ganó el estado en las elecciones del año pasado con la promesa de aumentar los empleos en las fábricas.
Aun así, sigue sin estar claro qué impacto tendrán los aranceles de Trump en la economía de Estados Unidos y en la venta de automóviles. La mayoría de los economistas dicen que los aranceles, que podrían afectar al grueso de las importaciones, aumentarían los precios y ralentizarían el crecimiento económico, posiblemente perjudicando las ventas de vehículos a pesar del alivio que la administración pretende ofrecer.
En concreto, la nueva orden ejecutiva enmienda la proclamación del 26 de marzo de 2025 que establece un arancel del 25 % sobre algunas partes importadas.
El acuerdo anunciado hoy supone que si esas partes representan el 15 % del valor total de un automóvil montado en EU y el arancel sobre esas piezas es del 25 %, el Gobierno aplicará un crédito equivalente el 3,75 % del valor total del vehículo para los ensamblados en el país entre el 3 de abril de 2025 al 30 de abril de 2026.

La compensación equivaldrá al 2,5 % para aquellos montados desde el 1 de mayo de 2026 al 30 de abril de 2027.
"Solo queríamos ayudarles durante esta pequeña transición, a corto plazo. Si no consiguen piezas, no queríamos penalizarles", dijo Trump a la prensa camino de Míchigan, donde celebra los primeros 100 días de su segundo mandato.
Esas rebajas se aplicarían tanto a empresas nacionales como extranjeras con fábricas de automóviles en EU, siempre y cuando el ensamblaje final del automóvil tenga lugar en el país.
En caso de que el importe de la compensación supere el atribuible a la responsabilidad arancelaria, el alivio se limita a los costes que les corresponderían por los aranceles.
Su orden ejecutiva recuerda que en 2019, durante su primer mandato (2017-2021), su Gobierno llegó a la conclusión de que se estaban importando a Estados Unidos automóviles y ciertas piezas de automóviles "en cantidades y circunstancias tales" que amenazaban con perjudicar la seguridad nacional.
Trump añadió que en marzo se estimó que dichas importaciones seguían suponiendo un riesgo, por lo que se consideró apropiado ajustar la situación mediante aranceles: los gravámenes a los automóviles están en vigor desde el 3 de abril y aquellos específicamente para las partes lo harán el 3 de mayo.
Los gravámenes actuales del 25 % sobre los autos importados a Estados Unidos se mantienen, pero la medida anunciada ahora alivia su impacto.
La confirmación de esa ayuda llega luego de que el secretario de Comercio, Howard Lutnick, afirmara al canal CNN que el pacto negociado con los fabricantes representa "una gran victoria" para la política comercial de Trump, "ya que recompensa a las empresas que fabrican en el país y, al mismo tiempo, da vía libre a los fabricantes que han expresado su compromiso de invertir en EU y expandir su producción nacional".
Entre los países más afectados por los aranceles en el sector automovilístico están Alemania y Japón, junto a México y Canadá, aunque en el caso de estos dos últimos las partes de automóviles fabricadas en esas naciones están exentas temporalmente de los gravámenes.
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mgm/desa