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Miami.- El expresidente de Estados Unidos Donald Trump fue imputado este martes de 37 cargos federales por supuestamente haber retenido y ocultado documentos secretos en su casa de Florida.
A Trump, quien va a la cabeza de las encuestas con miras a las presidenciales de 2024, se le tomaron huellas digitales y luego el juez Jonathan Goodman le leyó los cargos que se le imputan: 31 de ellos corresponden al delito tipificado como retención deliberada de información de defensa nacional.
No se le pusieron esposas, ni se le tomó una foto, como corresponde con un procesado, porque se consideró, igual que en la audiencia de abril en Nueva York por otro caso contra Trump, que éste es una figura por demás conocida. Pero sí quedó bajo arresto durante el tiempo que permaneció en el tribunal. Los US Marshalls se encargaron de ello.
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Los otros son por conspiración para obstruir a la Justicia, ocultación de manera "corrupta" de un documento o registro, ocultación de un documento en una investigación federal, plan para ocultar y declaración y representación falsas.
Según el documento de 49 páginas que recoge la acusación, los delitos más graves que se le imputan a Trump, como obstrucción a la Justicia y conspiración, están penados con un máximo de 20 años de cárcel y multas de hasta 250 mil dólares, mientras que los menos graves, como conspiración para ocultar, son sancionados con 5 años de cárcel y la misma sanción económica.
Los abogados de Trump presentaron la declaración de no culpabilidad de su cliente, quien se mantuvo en silencio toda la audiencia. "Ciertamente nos declaramos no culpables", dijo uno de ellos, Todd Blanche.
Trump y sus abogados optaron por que el juez no repitiera la lista de los 37 delitos que ya conocen, por lo que la comparecencia fue muy breve. Al final, el juez Goodman determinó que Trump podía quedar en libertad, mientras sigue su proceso, sin restricción alguna.
Trump salió como llegó, sin que la gente pudiera verlo, porque utilizó el tunel que conecta el tribunal con la avenida. Una vez fuera, mientras simpatizantes y detractores lo esperaban, su caravana avanzó hacia el restaurante Versailles, parada obligatoria de políticos republicanos. Allí, acompañado de sus partidarios, celebró por anticipado su cumpleaños 77 (cumple este miércoles).
Allí se recuperó del "mal trago" de haberse convertido en el primer expresidente en la historia de Estados Unidos en ser procesado por cargos federales por el caso de los documentos clasificados. Los cargos incluyen la retención deliberada de 31 documentos sobre defensa nacional en su mansión de Mar-a-Lago (Florida) y conspiración para obstruir la justicia mediante la ocultación de esos folios a un gran jurado. Si es declarado culpable, podría ser condenado a una multa máxima de 250 mil dólares, pero también es posible que se le condene a penas de prisión que van entre los cinco y los 20 años.
El juicio complicará sobremanera su campaña por volver a la Casa Blanca, pues además de este caso enfrenta el de Nueva York por 34 cargos de delitos graves de falsificación de registros empresariales, derivados de la forma como se hicieron pagos a dos mujeres hacia el final de su campaña presidencial de 2016 para evitar que hablaran de sus affairs con él, y a un portero que dijo saber que Trump tenía un hijo fuera del matrimonio.
El día no termina para el exmandatario, que esta misma tarde viajó a Bedminster, Nueva Jersey, donde encabezará un evento y hará declaraciones sobre lo ocurrido en Miami.
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