Washington.— El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó ayer que no habrá pausa a los aranceles que entran en vigor este miércoles, pese al caos que ha provocado su anuncio en Wall Street y las bolsas de todo el mundo. Lejos de ello, Trump amenazó a China con otro arancel de 50%, con lo que el total de gravámenes a la nación asiática ascendería a 104%.
“No estamos considerando eso. Muchos países vienen a negociar acuerdos con nosotros, y serán justos”, declaró a periodistas al ser cuestionado sobre la posibilidad de una pausa a los aranceles, mientras negocia con los países. Más temprano surgió una versión en ese sentido, que fue desmentida por la Casa Blanca, y ante la cual la bolsa en Nueva York mejoró un poco, tras iniciar con caída.
Trump ha reaccionado desafiante, pese al desplome de los mercados bursátiles. “Estados Unidos tiene la oportunidad de hacer algo que debería haberse hecho hace décadas”, dijo temprano, en referencia a sus reformas arancelarias que han trastornado la economía global. “¡No sean débiles! ¡No sean estúpidos!... Sean fuertes, valientes y pacientes, ¡y la grandeza será el resultado!”, escribió en su red Truth Social.
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Incluso inventó un término: “No sean panican”, dijo, juntando “panic” con american”. En otras palabras, les dijo que dijo que no sean “estadounidenses apanicados”.
“Literalmente todos los países quieren negociar. Si no hubiera hecho lo que hice en las últimas dos semanas nadie querría negociar”, aseguró Trump en el Despacho Oval en una comparecencia ante la prensa junto al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. El líder israelí es el primer dirigente extranjero en acudir a la Casa Blanca desde la entrada en vigor el pasado sábado de un arancel universal de 10 %, que irá seguido de gravámenes adicionales a partir del día 9 para aquellos países y regiones que mantienen superávit comercial con Estados Unidos.
Netanyahu prometió de hecho eliminar los aranceles y barreras comerciales existentes con EU y consideró que este paso “puede servir de ejemplo para otros que deberían hacer lo mismo”. Sin embargo, Trump no aseguró que Israel vaya a obtener una rebaja a la tasa de 17% que le impuso: “Tal vez no. No olviden que ayudamos mucho a Israel”.
Trump citó también conversaciones con Japón. “Tenemos una deuda de 36 billones de dólares por una razón, y la razón es que lo permitieron”, dijo sobre sus antecesores en la Casa Blanca. “Así que vamos a hablar con China y con muchos países. Lograremos un acuerdo realmente justo y beneficioso para Estados Unidos, no un acuerdo justo para los demás. Esto es ‘Estados Unidos primero’”, enfatizó. “Habrá acuerdos justos”, aunque en algunos casos, “aranceles significativos”, añadió.
Trump no excluyó que las tarifas sean permanentes: “Puede haber tasas permanentes y puede haber también negociaciones, porque hay cosas que van más allá de los aranceles. Necesitamos fronteras abiertas”, concluyó, aludiendo al reclamo de que otros países faciliten el ingreso de mercancías de EU.
Los ataques de Trump han tenido un blanco particular: China. En Truth Social reaccionó al anuncio de Beijing del viernes de que impondrá a Estados Unidos un arancel de 34% en represalia por los gravámenes de ese país.
Trump dijo que si China no retira su arancel para el 8 de abril, EU le impondrá gravámenes “adicionales de 50%, efectivos a partir del 9 de abril”. Desde que regresó a la Casa Blanca, impuso una tarifa adicional de 20% a las importaciones chinas por supuestamente tolerar el tráfico de sustancias químicas con las que se fabrica fentanilo. Pasará a 54% a partir del 9 de abril, con 34% adicional anunciado la semana pasada.
“No cederemos ante amenazas”
Consultada por la AFP, la Casa Blanca confirmó que si Trump cumple su nueva amenaza, los gravámenes se dispararán a 104%. Es decir, los productos chinos importados costarán el doble.
China replicó, a través de su embajada en Washington, afirmando que no retrocederá ante presiones y amenazas. “Hemos dejado claro en numerosas ocasiones que presionar o amenazar a China no es la manera correcta de tratar con nosotros. China salvaguardará firmemente sus derechos e intereses legítimos”, declaró el portavoz de la embajada en Estados Unidos, Liu Pengyu.
Trump dijo que ya no quiere reunirse con autoridades chinas, pero está dispuesto a negociar “acuerdos justos” con otros países.
El trajín diplomático para atenuar los efectos de los recargos es incesante. La Unión Europea propuso a Estados Unidos una exención arancelaria total y recíproca para productos industriales en el futuro, según la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Pero Trump consideró esta oferta “insuficiente”.
Bangladesh, el segundo mayor fabricante de ropa del mundo, pidió a Washington que suspenda la aplicación de los nuevos aranceles aduaneros durante tres meses.
De acuerdo con el secretario estadounidense del Tesoro, Scott Bessent, “50, 60, quizá casi 70 países” se han puesto en contacto con el gobierno de Trump para tratar de negociar. “Veremos si lo que tienen para ofrecer es creíble”, añadió. En su opinión no es algo que se pueda negociar en “días o semanas”, por lo que los aranceles podrían seguir en vigor varios meses.