
La Haya.— El presidente estadounidense, Donald Trump, llegó este martes a La Haya para participar en la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y lo hizo con la espada desenvainada: Exigió a los demás países miembros que destinen 5% de sus presupuestos a la defensa comunitaria, y poniendo en duda su apoyo al artículo 5, uno de los esqueletos de la OTAN que señala que “un ataque contra uno es un ataque contra todos”. España se convirtió en el blanco central de los ataques de Trump, por exigir “flexibilidad” en el tema del presupuesto.
Disruptivo, como siempre, y envalentonado después del cese el fuego que presionó para que Israel e Irán alcanzaran tras 12 días de conflicto, Trump dejó en claro cuál es su agenda en la cumbre.
No dudó en arremeter contra España, que reclama flexibilidad y se niega a invertir más allá de 2.1% del PIB en la Defensa comunitaria, bajo el argumento de que tendría que subir los impuestos y sacrificar el gasto social.
“Están teniendo un problema con España”, dijo Trump de camino a La Haya. “España no está de acuerdo [con el incremento del gasto a 5%], lo cual es muy injusto para el resto”, señaló. Pero España no es el único. Bélgica, que desembolsó en 2024 1.30 del PIB, pide plazos más realistas.
La captura de pantalla revelada por Trump mostrando las felicitaciones del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, en un tono servil, muestran que el holandés está siendo todo a su alcance para mantener contento al antiguo magnate y evitar que “reviente” la cumbre.
“Felicidades y gracias por tu acción decisiva en Irán, que fue realmente extraordinaria (...) ahora vas camino de otro gran éxito en La Haya esta tarde. No ha sido fácil, ¡pero logramos que todos firmen 5%!”, le escribió Rutte a Trump, para luego añadir que “Europa pagará a lo GRANDE, como debe hacer, y será tu triunfo”.
En aras de lograr un acuerdo medianamente aceptable, los países de la Alianza han optado por plantear así el objetivo: 5% del presupuesto para el año 2035, pero de ese total, 3.5% sería gasto militar, en sentido estricto; el otro 1.5% sería inversión en ciberseguridad, infraestructuras, protección de fronteras.
Sin embargo, habrá que ver la postura que asume Trump, quien ya anticipó que su apoyo al artículo 5, no está garantizado, sino que depende “de la definición”; en otras palabras, que la defensa a un país de la alianza que “no paga” no debería ser obligatoria.
Antes de que el conflicto Israel-Irán asomara en el horizonte, el tema que se preveía clave en la cumbre, además del presupuesto, es el de Ucrania. La participación en la cumbre fue degradada a nivel de ministros de Exteriores, un nivel muy por debajo de las citas precedentes. A pesar de la rebaja, por reticencias de Estados Unidos, el presidente Volodimir Zelensky fue arropado por el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y los máximos representantes de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, y el titular del Consejo Europeo, Antonio Costa. Este miércoles está previsto un encuentro bilateral Trump-Zelensky. A pesar de que ambos líderes parecen haber limado asperezas desde la desastrosa visita del ucraniano a la Casa Blanca, todo puede pasar. Por eso mismo, los organizadores evitaron incluir a Zelensky en la sesión plenaria, para evitar un encontronazo.
Portando pantalón y chaqueta negra, y teniendo de fondo las banderas de Ucrania, la OTAN y la UE, Zelensky obtuvo el apoyo de los presentes en un evento lateral a la cumbre sobre industria de Defensa.
“No puedo revelar nada sobre la Declaración de la Cumbre, pero podemos asumir que habrá un lenguaje importante sobre Ucrania y también sobre el apoyo financiero de cara al futuro”, dijo Rutte. En lo que va del presente año, Canadá y los aliados europeos han comprometido más de 35 mil millones de euros en apoyo a Ucrania. El año pasado, el monto total fue de unos 50 mil millones.
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“Podemos asumir con seguridad que para el total del año el apoyo será más que el año pasado”, dijo el antiguo premier holandés, tras insistir en que todos los aliados le han transmitido la voluntad de fortalecer a Ucrania, para alcanzar una paz duradera y definitiva frente a Rusia.
La cumbre se celebra en una ciudad amurallada. La Operación Escudo Naranja involucra a 5 mil militares y reservistas, y 27 mil policías. El espacio aéreo, cerrado a la aviación es resguardado por helicópteros de combate Apache, un escuadrón de aviones F-35 y baterías de misiles antiaéreos tipo Patriot y Nasams.