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Los talibanes criticaron este miércoles las conclusiones de un informe de la ONU sobre los derechos humanos en Afganistán que consideró que los fundamentalistas pueden estar cometiendo crímenes de lesa humanidad contra las mujeres y niñas afganas y denunciaron un intento de empañar su imagen antes de la reunión de Doha.
"Algunos miembros de las Naciones Unidas, en particular el informe de Richard Bennett, intentan empañar las percepciones antes de la próxima reunión de Doha", dijo en X el portavoz del Gobierno de facto de los talibanes, Zabiullah Mujahid.
El portavoz se refirió así a la participación, por primera vez, de los talibanes en la tercera ronda internacional de conversaciones sobre Afganistán que tendrá lugar a finales de este mes en Doha, pese a la falta de reconocimiento internacional.
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"Desafortunadamente, ciertas personas dentro de las Naciones Unidas intentan constantemente presentar una imagen distorsionada de Afganistán y eclipsan avances significativos con unas pocas cuestiones limitadas", agregó Mujahid.
La víspera el relator de la ONU sobre los derechos humanos en Afganistán, Richard Bennett, presentó un informe al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en el que indicó que varias afganas le habían descrito su situación como un apartheid de género y le habían pedido reconocer esto como un crimen de lesa humanidad.
En su informe, el relator sostuvo que hay una responsabilidad colectiva -incluso de la comunidad internacional- en desmantelar ese sistema y que los responsables sean sancionados por la justicia.
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Además, advirtió de que el sistema de opresión se está intensificando con 52 edictos promulgados por las autoridades afganas de facto desde el pasado año.
Las afganas han sufrido un goteo incesante de restricciones desde la llegada de los talibanes al poder en agosto de 2021, vetadas de la educación secundaria y superior, obligadas a ir acompañadas en viajes largos de un miembro familiar masculino o a salir a la calle con el rostro cubierto.
Una situación que, según Bennet, les ha despojado de su autonomía económica y las ha llevado a depender de sus parientes varones.
El Gobierno de facto afgano aún está por decidir quiénes integrarán la delegación que viajará a Doha el próximo 30 de junio, lo que podría estar sujeto a medidas especiales por parte de Naciones Unidas.
Varios de los principales líderes talibanes tienen restricciones de viaje impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU.
kicp/mcc