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El presidente ruso, Vladimir Putin, cuyo país sufrió varios atentados en los últimos meses, afirmó el jueves que considera a los yihadistas talibanes, en el poder en Afganistán, como "aliados en la lucha contra el terrorismo".
"Debemos asumir que los talibanes ejercen el poder en su país. Y en este sentido los talibanes son, evidentemente, nuestros aliados en la lucha contra el terrorismo, porque cualquier autoridad está interesada en la estabilidad del Estado que gobierna", declaró Putin en una rueda de prensa en Astaná, la capital de Kazajistán.
Moscú anunció en mayo su intención de retirar el movimiento talibán de su lista de "organizaciones terroristas", más de tres años y medio después de su regreso al poder en Afganistán y ante la preocupación de un posible contagio yihadista en Asia Central, que Rusia considera su patio trasero.
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Los talibanes, que mantienen vínculos históricos con la nebulosa yihadista Al Qaida, están en esta lista rusa desde 2003, lo que no impidió a Moscú mantener relaciones con ellos desde hace varios año.
Rusia se mostró conciliadora desde el regreso de los talibanes al poder en agosto de 2021, gracias a que prometieron no permitir que se establezcan organizaciones más radicales.
Putin señaló que el gobierno talibán "asumió algunos compromisos" pero que sigue habiendo "cuestiones que necesitan atención constante dentro del país y por parte de la comunidad internacional".
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"Estoy seguro de que a los talibanes también les interesa que todo esté estable en Afganistán", declaró.
Desde su vuelta al poder, los talibanes aplican una interpretación ultrarrigorista del Islam y multiplican las medidas represivas contra las mujeres, una política calificada por la ONU de "apartheid de género".
Rusia sufrió varios atentados mortíferos en los últimos meses, entre ellos el de la sala de conciertos Crocus City Hall en marzo.
Este dejó 145 muertos y fue reivindicado por la rama afgana del grupo yihadista Estado Islámico, que combate el poder talibán.
kicp/mcc