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El presidente ruso, Vladímir Putin, reconoció que los habitantes de las zonas fronterizas están atravesando dificultades debido a los ataques del ejército ucraniano, que controla parcialmente la región de Kursk.
"A la gente que vive en las regiones fronterizas les ha tocado una prueba difícil. Y a las autoridades, sean federales, regionales o locales, se les exige una especial atención a sus necesidades y demandas", dijo Putin al comienzo de la reunión con los gobernadores elegidos en las recientes elecciones locales transmitida por la televisión.
Desde el Palacio de Constantino de San Petersburgo, denunció los ataques terroristas y los intentos de desestabilizar la situación en las zonas fronterizas, especialmente en Kursk y Bélgorod, las más castigadas por la guerra.
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Putin, que desde el comienzo de la campaña militar raramente ha abordado públicamente la insegura situación de los rusos que residen cerca de la frontera con Ucrania, aseguró que "todos los problemas deben solucionarse sin dilación ni formalismos".
Además, subrayó que es "el deber sagrado" de las Fuerzas Armadas "hacer todo lo posible" para proteger a la población del enemigo.
La incursión fronteriza ucraniana demostró que el Servicio Federal de Seguridad, el encargado de la vigilancia fronteriza, no es capaz de garantizar la impermeabilidad de la frontera.
Evacuan zonas fronterizas de Rusia
Hace una semana las autoridades de Kursk ordenaron la evacuación obligatoria de las localidades fronterizas a lo largo de una franja de 25 kilómetros en otros dos distritos, en medio de la contraofensiva rusa para expulsar a las tropas enemigas de la región.
El Ministerio de Defensa informa diariamente de que ha abortado varios intentos ucranianos de cruzar la frontera, algo que Kiev logró en Kursk el pasado 6 de agosto.
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El Ejército ruso lanzó hace dos semanas una contraofensiva para expulsar a las tropas ucranianas de Kursk, que comparte varios cientos de kilómetros de frontera con el vecino país.
Según Defensa, las tropas rusas han recuperado doce localidades, aunque Kiev continúa lanzando contraataques para evitar que Moscú cree una franja de seguridad en el norte del país, concretamente en las regiones de Járkov y Sumi.
kicp/mcc