Nueva York.- Horas después de un presunto durante el fin de semana, Elon Musk acudió a su plataforma social X para publicar un emoji pensativo y un comentario en el que decía que “nadie está intentando siquiera asesinar” al presidente y la vicepresidenta demócratas.

En medio de los disturbios antimusulmanes en el Reino Unido –incitados por un rumor falso – Musk declaró que “la guerra civil es inevitable” en ese país.

Y cuando un usuario anónimo de X tergiversó datos para alegar un aumento de registros de votantes dudosos en tres estados de Estados Unidos, Musk dio relevancia a la publicación falsa y la calificó de “extremadamente preocupante”.

Estas tres publicaciones provocaron una rápida reacción de los funcionarios, que calificaron las palabras de Musk de irresponsables y engañosas. Aunque sus palabras acumulen millones de visitas y sean compartidas miles de veces, también ilustran la capacidad de una de las personas más influyentes del mundo para difundir el miedo, el odio y la desinformación en momentos políticos delicados a nivel global.

Y esto es particularmente cierto si se tiene en cuenta que Musk es el propietario de la plataforma social que antes era Twitter, lo que le da autoridad para determinar cómo llegan sus contenidos a los usuarios.

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Musk y su apoyo a Trump

Las publicaciones inexactas de Musk dirigidas a sus 200 millones de seguidores, junto con la falta de controles de seguridad de su sitio web, están suscitando preocupación sobre cómo podría manipular la confianza del público a medida que se acerca el día de las elecciones en Estados Unidos. Recientemente apoyó la candidatura presidencial de Trump y se ha implicado más personalmente en política, aceptando incluso dirigir una comisión de eficiencia gubernamental si Trump gana la reelección.

Trump elogió a Musk durante un evento sobre X el lunes por la noche, disfrutando del apoyo del multimillonario tecnológico y refiriéndose a él como su “amigo”. Musk no respondió a una solicitud de comentarios enviada por correo electrónico.

A los expertos y funcionarios electorales les preocupa, como mínimo, que Musk pueda hacer que la gente cuestione la legitimidad del voto. Pero también les preocupa que sus palabras puedan motivar amenazas y violencia contra los trabajadores electorales o los candidatos.

“X y Musk están elevando el termómetro político de forma peligrosa e irresponsable en un momento crítico”, observó Heidi Beirich, cofundadora del Proyecto Global contra el Odio y el Extremismo. “Es una vergüenza”.

El multimillonario de 53 años, que compró y transformó Twitter en 2022, ha modelado su red social como un mercado de ideas donde la gente puede hablar libremente sin censura, una medida que ha sido aplaudida por muchos conservadores. A menudo ha promocionado X como una fuente de noticias superior a los principales medios de comunicación, en la que los usuarios pueden publicar sin miedo y discernir la “verdad”.

Sin embargo, los cambios que Musk ha introducido en la empresa a lo largo de dos años también han permitido que la información falsa se difunda en gran medida sin control.

Ha desmantelado el Consejo de confianza y seguridad de la empresa y ha dejado de aplicar las normas de moderación de contenidos y de incitación al odio que el sitio seguía antes de su adquisición. Ha restaurado las cuentas de los teóricos de la conspiración, ha incentivado la participación en la plataforma con pagos y alianzas de producción de contenido, y ha instituido la función Notas de la comunidad que a veces da lugar a comentarios engañosos en las publicaciones.

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Donald Trump planteó a Elon Musk darle algún cargo como consejero si gana las elecciones de noviembre. Foto: EL UNIVERSAL
Donald Trump planteó a Elon Musk darle algún cargo como consejero si gana las elecciones de noviembre. Foto: EL UNIVERSAL

Afirmaciones infundadas de ambos lados del espectro político son compartidas miles de veces en la plataforma X de Musk. Después de que un hombre armado disparara a Trump en la oreja en un intento de asesinato en Pensilvania, usuarios de extrema izquierda compartieron falsas teorías conspiratorias de que el expresidente lo había organizado. Y tras el debate entre Trump y la vicepresidenta Kamala Harris, usuarios de extrema derecha difundieron la falsa afirmación de que Harris llevaba un auricular.

Rick Hasen, profesor de Derecho de la Universidad de California en Los Ángeles, afirmó que Musk ha degradado el sitio hasta convertirlo en una sombra de lo que era en 2020, cuando se consideraba un centro de intercambio de información bastante fiable.

“Twitter, o X, tiene ahora una reputación pública muy diferente. Hay una razón por la que millones de personas abandonaron la plataforma y los anunciantes se fueron”, indicó Hasen. “Está difundiendo mensajes terribles. La cuestión es si el mercado de las ideas funcionará lo suficientemente bien” como para que la gente reconozca esos mensajes como poco fiables, añadió Hasen.

Musk y muchos republicanos discrepan de esa opinión. Dicen que el sitio, bajo su anterior propietario, censuró injustamente información precisa acerca de los orígenes de COVID-19 y sobre el hijo del presidente Joe Biden, Hunter Biden, cuando los hechos aún no estaban disponibles.

Musk y su uso de X

Musk utiliza su plataforma para publicar información sobre sus empresas Tesla y SpaceX, compartir su opinión personal de que más gente debería tener hijos y hacer bromas en respuesta a memes y otros contenidos que considera divertidos. También ha utilizado cada vez más el sitio para darle más alcance a afirmaciones infundadas de políticos, como que los demócratas están “importando” migrantes al país para que voten y que los migrantes haitianos en Ohio están matando y comiendo mascotas.

La demócrata Jocelyn Benson, secretaria de gobierno de Michigan, declaró en una entrevista a principios de este mes que las publicaciones electorales de Musk han creado una “vorágine de desinformación” que dificulta a quienes gestionan las elecciones la tarea de informar a los votantes sobre los hechos.

“Sé que la inmensa mayoría de los administradores electorales tratan de ser discretos y hacer su trabajo”, dijo. “El reto es cómo hacemos llegar la información sobre nuestro trabajo a los ciudadanos, que en muchos casos siguen a Musk o son miembros de X, o están en la plataforma”.

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Algunos funcionarios electorales han intentado dialogar directamente con Musk para explicarle las cosas a él y a sus seguidores. En julio, el registrador republicano encargado de las elecciones en el condado de Maricopa, Arizona, que incluye Phoenix, invitó a Musk a una visita guiada a las instalaciones electorales del condado a través de una publicación en X.

El secretario de gobierno de Minnesota, el demócrata Steve Simon, envió una carta a Musk junto con otros cuatro secretarios de gobierno este verano, cuando la plataforma de inteligencia artificial de Musk, Grok, publicó información incorrecta sobre las normas electorales. Afirmó que Musk tenía mérito por haber corregido con retraso esa información errónea.

Simon indicó que antes de que Musk comprara Twitter, la plataforma ayudaba a corregir la desinformación electoral y que espera que Musk pueda hacer lo mismo, sean cuales sean sus creencias personales.

“Una cosa es que no te guste este o aquel sistema electoral de Minnesota”, dijo Simon, pero hay que corregir la información falsa sobre el voto.

Jen Easterly, directora de la Agencia de Ciberseguridad y Seguridad de las Infraestructuras de Estados Unidos, también comentó el mes pasado una de las publicaciones de Musk para corregir la idea errónea de que en la mayoría de las elecciones de Estados Unidos no se utilizan papeletas. Easterly escribió que, durante las últimas elecciones presidenciales de 2020, “todos los estados con recuentos de votos presidenciales muy ajustados de hecho utilizaron papeletas de papel, lo que permitió contar, recontar y auditar los votos para garantizar su exactitud”.

El propietario de X se ha retractado a veces cuando ha reconocido que sus publicaciones eran desacertadas. A principios de este mes, provocó indignación cuando una de sus publicaciones promocionaba una entrevista entre el presentador de podcast de derechas Tucker Carlson y un revisionista del Holocausto. Después la borró.

Musk también borró una publicación del domingo en la que se preguntaba por qué Biden y Harris no habían sido objeto de intentos de asesinato. El portavoz de la Casa Blanca, Andrew Bates, respondió para calificar la publicación de “irresponsable” y decir que la violencia “sólo debe condenarse, nunca fomentarse ni ser objeto de bromas”.

Siva Vaidhyanathan, profesor de estudios de medios de comunicación en la Universidad de Virginia, evidenció que la mayoría de los famosos son cuidadosos con sus palabras, reconociendo que no todo el mundo entenderá sus bromas o responderá de forma comedida. Musk, dijo, nunca ha tenido ese tipo de filtro.

Aun así, Vaidhyanathan observó que la influencia de Musk podría ser sobredimensionada cuando se trata de desinformación política. Su plataforma ha perdido dinero y anunciantes, y él es sólo una de las muchas celebridades que durante mucho tiempo han hecho afirmaciones falsas sobre las elecciones.

“Musk es sólo una voz más en esa cacofonía”, indicó.


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