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Bogotá.— La muerte del senador y precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay desató expresiones de solidaridad y llamados al fin de la violencia política en Colombia, que en 2026 tendrá elecciones presidenciales.
“Descansa en paz amor de mi vida, yo cuidaré a nuestros hijos”, indicó María Claudia Tarazona, la mujer de Uribe Turbay, en un mensaje en Instagram en el que confirmó su muerte, la madrugada de este lunes. “Pido a Dios que me muestre el camino para aprender a vivir sin ti”. Uribe permaneció más de dos meses sumamente grave y con pronóstico reservado tras ser intervenido quirúrgicamente de emergencia varias veces.
El político, de 39 años, fue baleado el 7 de junio pasado durante un mitin en un barrio popular de Bogotá. La fiscalía colombiana tipificó ayer el crimen como magnicidio y señaló que hay seis detenidos, entre ellos el autor material, un adolescente de 15 años, mientras continúa la búsqueda de los determinadores.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, lamentó la muerte de Uribe. En un mensaje transmitido por su portavocía, expresó sus condolencias a su familia y al pueblo colombiano, y reiteró su llamado a que el atentado contra Uribe “sea plenamente investigado y que los responsables rindan cuentas ante la justicia”.
Además, instó “a las autoridades colombianas a adoptar todas las medidas necesarias para garantizar unas elecciones nacionales pacíficas, incluyendo garantías para la seguridad de todos los candidatos”.
El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, dijo que “es fundamental que la campaña electoral pueda desarrollarse sin verse ensombrecida ni perturbada por discursos violentos, discriminatorios o estigmatizantes”.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Albert Ramdin, aseguró que “el mejor homenaje a su memoria sea continuar comprometidos con trabajar por un hemisferio donde la violencia política nunca más tenga cabida”.
El gobierno colombiano decretó un día de duelo en memoria de Uribe, y la alcaldía de Bogotá declaró tres días de luto.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, dijo que la muerte de Uribe Turbay es “una derrota. Cada vez que cae un colombiano asesinado, es una derrota de Colombia y de la vida. Por eso lo que queda es el duelo y seguir adelante”.
El político asesinado era nieto del expresidente liberal Julio César Turbay (1978–1982) e hijo la periodista Diana Turbay, que también fue asesinada el 25 de enero de 1991 por narcotraficantes del Cártel de Medellín que la habían secuestrado en agosto de 1990.
Los restos del senador fueron trasladados al Capitolio Nacional para ser velados y ahí permanecerán hasta el mediodía de hoy, cuando el féretro será trasladado a la Catedral Primada de Colombia para las exequias.
Tras el atentado, el gobierno prometió reforzar la seguridad de todos los precandidatos y políticos de oposición.